Txisko FERNÁNDEZ
DONOSTIA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Sánchez no cede la capacidad de decisión en los cambios de fase

El acuerdo entre el Gobierno español y Ciudadanos para sumar votos a favor de la aprobación de la última prórroga del estado de alarma recogía que las nuevas medidas «serán idénticas para toda España en la recta final del confinamiento». Si quedaba alguna duda, Pedro Sánchez la despejó ayer de forma tajante: «No puede haber diferencias».

Ayer se publicó en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) el decreto 13/2020 que «regula las condiciones de paso de Euskadi a la Fase 3 de desescalada, fase en la que el Lehendakari, Iñigo Urkullu, retoma la capacidad de gestión y regulación de todas las medidas que se aplicarán en la Comunidad Autónoma».

Eso es lo que se lee en el extracto que se colgó en la web de Irekia pero, se mire por dónde se mire, la regulación de la desescalada, de principio a fin, está correspondiendo al Gobierno español, que no cede ni una coma en la “capacidad de decisión” absoluta que le otorga el estado de alarma y que, según dejó caer ayer Pedro Sánchez, pretende mantener también durante «la nueva normalidad».

Esa etapa, que se espera que sea muy larga, quedará diseñada en el decreto ley que el Ejecutivo PSOE-UP aprobará mañana en la reunión del Consejo de Ministros; solo un día después de que estrenemos la fase 3 en Hego Euskal Herria.

Las pautas para la «capacidad de gestión y regulación» de la que parece alardear el lehendakari Urkullu también las dejó claras Sánchez en la comparecencia televisada que siguió a su reunión telemática con los presidentes autonómicos.

«Capacidad de pedir»

En primer lugar, Sánchez hizo referencia a la posibilidad de que, una vez permitida desde este lunes la libre movilidad de personas entre provincias de la misma comunidad, se pueda dar un paso más y ampliarla a las CCAA limítrofes.

«Las comunidades autónomas que estén en fase 3, con el paraguas del estado de alarma, tienen la capacidad de pedir al Gobierno de España, en este caso a la autoridad sanitaria, el que se levante el estado de alarma, y nosotros [tenemos la capacidad] de aceptarlo en función de la realidad epidemiológica de estos territorios». ¿Alguna duda sobre quién puede ”pedir” y quién puede “decidir”?

Pedir lo van a pedir casi todas las comunidades, que incluso quieren que ese paso se dé antes del 21 de junio, cuando se cumplirán las dos semanas de fase 3. Así lo confirmaron ayer Urkullu y la lehendakari navarra, María Chivite. Y también el cántabro Miguel Ángel Revilla, quien indicó que seguramente se podrá transitar de una a otra a partir del 15 de junio, que adelantar la fecha «una semana es muy importante para la reactivación del turismo», y que en los próximos días él y Urkullu tienen previsto realizar algún acto para escenificar esta reapertura y animar a los vecinos de ambas CCAA a visitar el territorio vecino.

O sea que, al final, se cumplió lo pactado entre el Gobierno español y Ciudadanos antes de la votación para sumar votos a la aprobación de la prórroga del estado de alarma hasta el 21 de junio, cuando el partido de Inés Arrimadas consiguió dejar atado que las normas que regularán su desarrollo «serán idénticas para toda España en la recta final del confinamiento, sin perjuicio de la progresión sanitaria de cada territorio».

Previamente Sánchez había logrado el respaldo del PNV y de ERC prometiendo que se avanzaría en la «cogobernanza» dando más capacidad de gestión a las autonomías. El miércoles se consumó la nueva pirueta de Sánchez y en la votación que se realizó en el Congreso obtuvo los votos de PNV, ERC y C’s.

Ni en los estadios

El presidente español se mostró incluso más tajante al responder a los periodistas sobre una cuestión que en principio podría parecer menos espinosa políticamente: ¿Se podrán disputar encuentros deportivos de élite con distintos aforos según en qué fase se halle cada comunidad? Antes de pasar a la respuesta conviene recordar que tanto el área metropolitana de Barcelona como la totalidad de la Comunidad de Madrid están todavía en la fase 2.

«No puede haber diferencias (...). Es de justicia que no pueda haber aficionados en algunos estadios solo y en otros no», insistió. «Las competencias de salud pública están residenciadas en las comunidades autónomas, pero –puntualizó– nosotros no vamos a renunciar a dar una respuesta homogénea, que es legal desde el punto de vista intelectual, para el conjunto de aficiones y de equipos de fútbol y de baloncesto».

¿Dónde queda la «cogobernanza» en materia sanitaria? ¿Qué quiere decir exactamente que el lehendakari «retoma la capacidad de gestión y regulación de todas las medidas que se aplicarán en la Comunidad Autónoma de Euskadi»?

Pues, a la vista de lo que se recoge en el real decreto publicado el sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y ayer en el BOPV, Urkullu, así como Chivite, apenas pueden decidir si permiten que los aforos lleguen a los topes que establece el Gabinete Sánchez para las reuniones familiares, el transporte público, los actos culturales al aire libre, las aulas –proponiendo a los centros escolares fechas para la reapertura en algunos ciclos educativos–, las tiendas y centros comerciales, o las terrazas y barras de los bares.

También pueden aplazar unos días la apertura de algunos locales, como las «discotecas y bares de ocio nocturno».

Automoción y fondos

Pasando a materia económica, Chivite y Urkullu también coincidieron ayer en solicitar al Gobierno español planes concretos para reactivar el sector de automoción. La lehendakari navarra planteó la creación de una Mesa de la Automoción que, según especificó luego el Gobierno navarro en un comunicado, estaría pilotada por el Ejecutivo estatal y contaría con la participación de las CCAA en las que este sector tiene un peso específico, además de las empresas.

Urkullu reclamó a Sánchez una «apuesta firme» por la industria, con una estrategia ad hoc para la red de ocho CCAA vinculadas a la automoción. El lehendakari también le indicó que considera «urgente» que se prolonguen los ERTE por fuerza mayor. Su vigencia se agota el 30 de junio, pero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hace días que adelantó que el Ejecutivo estatal estudia prolongarlos para los sectores más perjudicados por el parón de actividades decretado para hacer frente a la epidemia del coronavirus.

Por otro lado, la decisión de Sánchez de modificar los criterios para el reparto a las CCAA del fondo no reembolsable de 16.000 millones para paliar los gastos generados por el covid-19 provocó polémica en la reunión de ayer. Los 10.000 millones destinados a gasto sanitario se quedan en 9.000, mientras que hay nuevo apartado para educación (2.000 millones) y otro para movilidad (2.000 millones), y ha elevado el peso de la población como criterio de reparto.

Varios presidentes, desde el catalán Quim Torra hasta el citado Revilla, expresaron su protesta. Urkullu y Chivite no.

 

Tres nuevos positivos detectados en Txagorritxu

El primer caso del nuevo coronavirus registrado en Euskal Herria fue el de una médica del Hospital de Txagorritxu a finales de febrero. Apenas unos días después, este centro del Hospital Universitario de Araba (HUA) se convertía en un importante foco de contagio y el virus se fue propagando por Gasteiz rápidamente.

Esa evolución fue consecuencia, ahora lo sabemos con certeza, de la falta de preparación para afrontar una epidemia de este tipo y de que las medidas para controlarla llegaron tarde. Sucedió así en Gasteiz, en el resto de nuestro país y en gran parte de Europa, por no irse más lejos.

Por eso, en una jornada como la de ayer, con un balance general que ratifica las esperanzas de que se pueda dar por controlada la epidemia en el conjunto de Euskal Herria, suscitó preocupación la noticia de que un paciente ingresado en Txagorritxu y una enfermera habían dado positivo en covid-19, tal como indicaron fuentes del sindicato ESK.

Posteriormente, el Departamento de Salud del Gobierno de Lakua confirmó que había activado las «medidas de detección y aislamiento» tras detectar un PCR positivo de un paciente que había ingresado por otras causas y que ya eran tres los nuevos casos.

El primer paciente que dio positivo, al que se habían realizado dos pruebas previas –una al ingreso y otra antes de una cirugía–, ambas negativas, fue aislado y se procedió a realizar test a sus contactos estrechos, tanto del centro hospitalario como del exterior.

Precisamente, el segundo positivo detectado fue el de un profesional de la planta de hospitalización.

Osakidetza dio cuenta de un tercer caso, que corresponde a otro paciente ingresado en la misma unidad en la que está el primero.

Como consecuencia de las medidas de rastreo y detección adoptadas, comunicó que se están realizando pruebas a más de 75 personas. Hoy, representantes de Osakidetza y del Departamento de Salud darán más detalles de la investigación que se está llevando a cabo en una rueda de prensa que tendrá lugar, a las 12.30, en la sede del Gobierno en Lakua.

Por otro lado, en su boletín diario, Osakidetza informó de 8 nuevos casos: 4 en Araba, todos ellos en Gasteiz; y otros 4 en Bizkaia, 3 en Bilbo y 1 en Sestao. En Gipuzkoa no ha habido ninguno en toda la semana. Osasunbidea, por su parte, reportó 3 nuevos positivos. Desde que el virus llegó a Euskal Herria, son cerca de 30.000 los casos confirmados. T.F.