Anulando algunas disposiciones de la era Obama, el presidente de EEUU, Donald Trump, levanta diversas prohibiciones relativas a la caza en Alaska, todo ello ante las peticiones de funcionarios electos y el lobby de la caza, que alegan que dicha normativa no respetaba las tradiciones. Ahora se podrá matar lobos deslumbrando con faros, matar osos despertándoles de su hibernación con señuelos de golosinas, matar cachorros de lobo y coyote durante el destete, cazar osos con perros y se podrá disparar a dichos animales desde avionetas, helicópteros, botes o motos de nieve. Todo un programa de respeto a las “tradiciones” y además dentro de Parques Nacionales. Los ambientalistas asumen que el objetivo de todo esto es diezmar rápidamente la población de osos, lobos y coyotes para promover el crecimiento de las poblaciones de caribúes, alces y otras especies muy apreciadas por los cazadores. Hablando de protección del medio, en Italia han comenzado a imponer fuertes sanciones (se les puede también perseguir por lo penal) a pilotos de drones que intervienen con sus aparatos en los parques nacionales, por encima de bosques, lagos. paredes de montaña e incluso fuera de dichos parques. Motivos: molestias a la fauna, riesgo con excursionistas o montañeros, interferencia peligrosa con helicópteros de rescate y demás. Algunos pillados in fraganti, otros después de investigaciones en You Tube y redes sociales en donde están obligados a publicar una “rectificación”.