GARA
BILBO
ELECCIONES AUTONÓMICAS DEL 12 DE JULIO

Formatos y mensajes muy dispares para ir enfilando hacia las urnas

Segundo y último fin de semana de la campaña. Con una meteorología que anima a pasear o tumbarse a tomar el sol, la mayoría de las candidaturas también se mostraron activas durante la jornada de ayer. La pandemia obliga y nadie puede darse un baño de multitudes, aunque sí es posible «llenar» plazas, como hizo EH Bildu en Bilbo.

La candidata a lehendakari de EH Bildu, Maddalen Iriarte, y el del PNV, Iñigo Urkullu, fueron dos de los representantes políticos que hicieron campaña durante la jornada de ayer en la capital de Bizkaia. Eligieron formatos distintos para dirigirse al electorado y sus mensajes centrales tampoco coincidieron.

En Plaza Barria, Iriarte estuvo acompañada en el estrado, entre otros, por Arnaldo Otegi y por la portavoz nacional de Esquerra Republicana de Catalunya, Marta Vilalta. Ante ellos, todas las sillas dispuestas con la obligada distancia estaban ocupadas, ofreciendo una curiosa imagen de “lleno” en estos tiempos de pandemia y elecciones.

Urkullu utilizó un atril, colocado al otro lado de la Ría, donde estuvo arropado por Inmaculada Boneta y Maitane Ipiñazar. El lugar fue elegido para reforzar el mensaje: la Plaza de las Mujeres 25 de Noviembre, sobre la antigua estación de La Naja. El tema de la campaña jeltzale para este encuentro con los medios era la igualdad de género.

Iriarte, por su parte, se centró en la idea de que el próximo domingo «hay que elegir entre la honestidad y la mentira, entre la empatía y la apatía». Y resaltó que en EH Bildu «hay cero casos de corrupción» cuando gobierna más de 120 ayuntamientos de este país. «Hay que tener palabra y ser de fiar», señaló.

Insistió: «Cero casos de corrupción, señor Urkullu, cero casos». Y aludió a «la marca PNV, de la que tanto habla Urkullu, que en muchos pueblos saben muy bien qué significa», citando, entre otros, los casos Alonsotegi, De Miguel, Bakio...

Vilalta habló de «poner los fundamentos de lo que van a ser las repúblicas vasca y catalana», abogando por poner en marcha una «alternativa al régimen del 78» para construir «una nueva realidad».

El candidato jeltzale, que ya por la tarde también completó el restringido aforo de la Plaza de la Virgen Blanca en Gasteiz, volvió a utilizar la baza de las promesas, señalando que, en caso de ser reelegido, su objetivo es colocar a la CAV entre «los ocho países europeos con mayor igualdad de género».

De Madrid, a dar ejemplo

También pasaron ayer por Bilbo algunos candidatos del tándem PP-Ciudadanos y de Vox, a los que, como es habitual, dejaron en la sombra sus respectivos dirigentes llegados de Madrid.

Y esto último no es un “lugar común” del periodismo político, sino lo que recalcó el propio secretario general del PP, Teodoro García Egea, después de acercarse a algunos comercios de Bilbo junto a Carlos Iturgaiz. «Hoy está aquí el alcalde de Madrid (José Luis Martínez-Almeida), que está gestionando con éxito las consecuencias terribles de esta pandemia ayudando a los comerciantes; sin embargo, hoy hemos conocido que a los que crean empleo el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno Vasco les están dando la espalda. Hemos venido aquí a darles la mano, a darles alternativas que están funcionando en otros lugares de España y ofrecerles esperanza».

Está claro que PP-Cs quiere disputar una bolsa del electorado conservador vasco con el PNV, pero choca que pongan como ejemplo de gestión de la pandemia a Madrid, uno de los mayores focos del covid-19 en Europa y cuya población se ha visto muy castigada.

También pasó por aquí la presidenta de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, que, según dijo, vino a «defender la libertad» y dar «voz a los que creen en España».