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JOPUNTUA

De alto nivel


El tándem médico-militar formado por Salvador Illa y Margarita Robles oferta a las comunidades autónomas, que todavía conforman los restos del Imperio donde antaño no se ponía el Sol, 2.000 rastreadores militares «de alto nivel».

Y aquí asalta la duda: el «alto nivel» anunciado por el ministro y la ministra viene referido a la propia acción de rastrear, es decir, que es un nivel de rastreo superior a la media o bien se refiere al sujeto de la acción, a saber, que los rastreadores sean de comandante para arriba del escalafón castrense.

En un intento de despejar dudas, un afamado presentador televisivo pedía explicaciones a un teniente enfermero que parecía ejercer de portavoz del operativo acerca del «rastreo de alto nivel»; tras unos momentos de estupefacción del militar por no acabar de entender la pregunta sobre en qué consistía dicha modalidad de rastreo, el teniente empieza responder no a lo que le preguntan sino lo que cree que debe responder. Es el problema de la jerga militar: «están orgullosos de servir a España», «es una operación más del resto de operaciones».

A insistencia del periodista afirma que tienen mucha experiencia desde que comenzó la pandemia y que les han dado un cursillo para rastrear de manera efectiva donde es necesaria la empatía y el respeto por la idiosincrasia (sic) de los interrogados. Lo de idiosincrasia lo tiene claro, lo remarca, repite hasta tres ocasiones la necesidad del respeto a la idiosincrasia.

Una Margarita Robles, imbuida del espíritu castrense, que durante la comparecencia para hablar sobre la situación de la covid-19 se deshace en loas a la «vocación de servicio» del Ejército español. Ejército del que no se conoce victoria alguna contra otro ejército pero que en asonadas y golpes de Estado han demostrado un alto nivel; ahí está la historia. Quizás esa sea su idiosincrasia, vocación de servicio a los amos y a Dios (que siempre van de la mano).

Bien podría echar una mano la Benemérita en hábiles interrogatorios durante el rastreo para detener al virus. Su nivel no tiene parangón.