GARA
BOGOTÁ
PROTESTAS EN BOGOTÁ CONTRA LA VIOLENCIA POLICIAL

La muerte de un detenido provoca una ola de indignación en Colombia

La muerte a manos de la Policía colombiana de Javier Ordóñez, quien falleció tras ser detenido en la calle en la madrugada del miércoles y recibir descargas eléctricas con pistolas Táser, ha desatado la violencia en Bogotá y otras ciudades con un saldo total de siete muertos y ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de reformar este cuerpo.

Javier Ordóñez, de 44 años, tenía dos hijos y estaba a punto de graduarse de abogado. En la madrugada del miércoles fue interceptado en la calle por dos agentes de Policía. Por circunstancias aún no aclaradas –al parecer mantuvieron una discusión–, los policías procedieron a su arresto, inmovilizándolo en el suelo y haciendo uso de pistolas Táser. Según las informaciones que han trascendido hasta el momento, y tal y como se aprecia en una grabación del momento de la detención realizada con un móvil y divulgada en redes sociales, Ordoñez recibió varias descargas eléctricas mientras se le escucha decir «por favor, ya», «agente le ruego» y testigos piden que cese la agresión. Fue trasladado en un vehículo policial al Centro de Atención Inmediata y después a un clínica donde falleció. Sus familiares sospechan que durante su detención siguió recibiendo malos tratos.

Este caso ha sido comparado con el del afroestadounidense George Floyd, quien en mayo murió asfixiado a manos un policía blanco que desoyó sus súplicas mientras le inmovilizaba durante un procedimiento, y ha generado una gran polémica en Colombia y en las redes.

El miércoles había convocada una jornada de protestas –un «velatón»– para denunciar la brutalidad policial. En noviembre de 2019, Dilan Cruz, un joven de 18 años que participaba de una protesta antigubernamental, fue herido fatalmente en la cabeza con una munición de perdigones disparada por un miembro del escuadrón antidisturbios (Esmad) de Bogotá.

Cientos de personas se congregaron a las puertas del Centro de Atención Inmediata de la Policía del barrio Villa Luz, en el oeste de Bogotá, al que fue trasladado Ordóñez con vida. La Policía dispersó a los manifestantes con granadas de estruendo y gases lacrimógenos, pero la protesta fue creciendo y ampliándose a otros barrios de Bogotá.

Los enfrentamientos han dejado un saldo provisional de siete muertos, cinco de ellos por arma de fuego. Igualmente, otras 58 personas presentaban heridas de bala. La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, expresó vía Twitter su «apoyo piscosocial y judicial para todas las personas que han reportado abuso de la Policía» en la noche del miércoles a jueves y habilitó un correo electrónico para la presentación de denuncias. Exigió al Gobierno uribista de Iván Duque «una reforma estructural a los cuerpos de seguridad».

El excandidato presidencial y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro denunció la represión contra «ciudadanos indefensos», en alusión a Ordóñez y los siete fallecidos. Pidió a los manifestantes «garantizar tranquilidad para que las movilizaciones sean masivas» y al Ejecutivo, «dejar de ejercer violencia».