El curso escolar apenas ha rebasado el ecuador de su segunda semana en Hego Euskal Herria –empezó el lunes, día 7, en la CAV y el viernes anterior en Nafarroa–, pero los efectos del covid en los centros educativos ya se están haciendo notar, y dan pistas sobre lo que pueden deparar los próximos meses.

Y es que según los datos aportados por los Gobiernos de Lakua e Iruñea, a fecha de ayer había 189 aulas clausuradas a causa del virus. La mayor parte de ellas, 110, corresponden a centros educativos de Nafarroa y constituyen el 3,12% de los 3.490 grupos de convivencia que hay en esos niveles escolares. En la CAV son 79 aulas de 59 centros las que están afectadas, según la escueta nota de prensa que remitió por la mañana el Departamento de Educación. Además, el IES Soraluze tiene su actividad educativa presencial suspendida.

Ya por la tarde, el coordinador del Programa de Vigilancia y Control de Osakidetza, Ignacio Garitano, cifró en 2.800 los alumnos y alumnas que permanecen aislados en sus domicilios, bien porque han dado positivo –una minoría– o por haber estado en contacto estrecho con un infectado. Esta cifra supone un 0,75% del alumnado en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

En total son casi cinco mil los estudiantes afectados hasta el momento en Hego Euskal Herria, pues desde el Ejecutivo de Iruñea, el vicelehendakari, Javier Remírez, indicó que 2.178 estudiantes de Infantil y Primaria estaban confinados en ese herrialde, frente a los 1.824 del martes.

Remírez explicó también que mañana empezarán a salir de la clausura los primeros grupos confinados con el inicio del curso escolar y opinó que a partir de ahí se registrarán entradas y salidas. Indicó que desde el Ejecutivo harán seguimiento de la evolución de los datos de incidencia del virus en las aulas, pero apostilló que con los disponibles ahora no se contempla el cierre de ningún centro.

«Esperamos contener estos porcentajes, que no vayan a más en demasía», declaró el vicelehendakari, que valoró «el compromiso de toda la comunidad educativa, empezando por los escolares desde las edades más tempranas, así como docentes y familias» porque, destacó, «hay un cumplimiento total de las normas dentro de los centros». Tras mostrar por ello la «satisfacción» del Ejecutivo, Remírez insistió en que, aunque «el riesgo cero no existe», los menores «están mucho más seguros en el entorno escolar que fuera».

Por ello, hizo un llamamiento a las familias para que fuera de los centros cumplan con las medias de seguridad sanitaria, distancias, mascarillas e higiene, como se hace dentro de ellos, ya que «se está detectando que los contagios vienen de situaciones externas a los centros», y pidió también que se reduzcan la relaciones sociales.

«Cambio de tendencia»

Garitano dijo, por su parte, que de momento no se ha detectado un incremento del número de contagios entre la población en edad escolar, y coincidió con Remírez en que los positivos detectados entre el alumnado corresponden a contagios producidos fuera de los centros educativos, principalmente a través de sus progenitores. El responsable del Programa de Vigilancia y Control de la pandemia también coincidió con el vicelehendakari navarro en hacer un balance «satisfactorio» de la vuelta a las clases, donde, señaló, se están aplicando los protocolos con «rigor».

En rueda de prensa, Garitano sostuvo que el progresivo descenso de la incidencia acumulada del covid registrado desde finales de agosto evidencia «sin duda» que en la CAV se está produciendo un «cambio de tendencia» en la segunda ola.

Pese a todo, señaló que unas 4.000 personas siguen teniendo el virus en fase activa, la mitad de ellas sin presentar síntomas de la enfermedad, y que 12.000 permanecen aisladas por haber dado positivo o por haber estado en contacto estrecho con algún infectado.

La cifra de fallecidos por covid en la CAV creció un 53% la semana pasada

En la semana comprendida entre el 7 y el 13 de setiembre 46 personas fallecieron en la CAV a causa del covid, lo que supone un incremento del 53% respecto a los 30 decesos registrados en los siete días anteriores. Así se desprende del informe difundido ayer por Osakidetza, que constata un incremento semanal de personas que fallecen con el virus como causa directa: entre el 10 y el 16 de agosto, hace solo un mes, murieron tres pacientes, y en las siguientes semanas el número de decesos fueron 19, 27, 30 y 46, respectivamente.

Asimismo, el total de fallecimientos de personas con test positivo por covid-19 en los dos últimos meses, aunque la muerte no se le atribuya a esa enfermedad, fue de 56, diez más que entre el 31 de agosto y el 6 de setiembre. El coordinador del Programa de Vigilancia y Control de Osakidetza, Ignacio Garitano, reconoció que este número es alto, pero argumentó que son muertes derivadas de la situación de las semanas precedentes y señaló que la mejoría de la pandemia en el número de descensos tardará en verse 10 o 15 días.

Lo mismo ocurre en los hospitales, donde la demanda asistencial mantuvo un «progresivo aumento», según Garitano, quien precisó de todos modos que pese a los 315 pacientes ingresados en planta y a las 56 personas que entraron en la UCI durante esa semana por el covid-19, el sistema sanitario «asume con normalidad» esta situación. De hecho, sostuvo que la situación de los hospitales «es buena» y que en la actualidad las UCI se encuentran en el denominado «escenario 1», con 170 camas ocupadas sobre un total de 220.I.B.