GARA Euskal Herriko egunkaria
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Europa espera validar en primavera tres vacunas para los vulnerables


«Es muy difícil, casi imposible, tener la vacuna para el 2020. Si todo va bien, en los primeros meses de 2021 podría haber tres vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés», explicó ayer su director ejecutivo, Guido Rasi, al canal de televisión “≠SKTG24”.

Rasi confirmó que las primeras dosis no se utilizarán para frenar los contagios con vacunaciones masivas o dirigidas hacia los individuos más propagadores, sino que se destinarán a colectivos de riesgo. La estrategia será, por tanto, minimizar muertes y reducir ingresos hospitalarios, aunque el virus siga circulando con el único freno de mascarillas y medidas de seguridad. El director de la EMA calcula «que las primeras dosis importantes para poblaciones en riesgo lleguen en la primavera de 2021 con un importante inicio de vacunación».

Según sus previsiones, «la disponibilidad de dosis aumentará muy rápidamente después de la aprobación. Creo que, si tenemos suerte, muchos de los que quieran vacunarse podrían hacerlo para el verano de 2021».

El director del EMA especificó que «la llegada de la vacuna será el comienzo del fin de la pandemia, pero no el fin». En su opinión, «solo después de un año de vacuna disponible, veremos que la pandemia disminuirá significativamente».

Al ser preguntado si se podrá prescindir de las mascarillas cuando llegue la vacuna, Rasi consideró que «al principio, ciertamente, no, y será posible prescindir del distanciamiento y de las mascarillas cuando tengamos los primeros datos sobre la eficacia de la vacuna».

Estos datos, detalló, son «la relación entre eficacia y rendimiento en la práctica real, cuando se verá cuántas personas responden a la vacuna, su intensidad y cuánto dura. Llevará al menos seis meses».

En la actualidad, el comité del EMA está comprobando la validez de dos únicas vacunas. La supervisión del proyecto de AstraZeneca (popularizada como la vacuna de Oxford) arrancó el 1 de octubre. Cinco días después, la EMA anunció que su comité revisará la vacuna de Pfizer.

Cabe apuntar que no se trata de revisiones al uso, sino de una «supervisión continua». La diferencia radica en que la verificación ha comenzado antes de que se terminen los estudios y se tengan todos los datos disponibles. Se ha adoptado esta opción para agilizar el proceso y poder dar el visto bueno antes. Esta solución de la revisión continua ya se empleó con anterioridad con el remdesivir.

Las dos vacunas utilizan estrategias diferentes. La de AstraZeneca emplea un adenovirus como vector para que las células infectadas repliquen la proteína S del coronavirus. El proyecto de Pfizer no utiliza un virus como vector, sino que encapsula en lípidos las instrucciones (ARNm), para que las células elaboren esta misma proteína. Sería una técnica similar a la de Moderna.

Rasi habló de una tercera vacuna, pero no citó cual será. Oficialmente, la EMA solo está verificando las dos antes citadas.

 

Ningún antiviral ha superado el gran ensayo de la OMS, pero hay más aspirantes

El gran test para buscar tratamientos antivirales para plantar cara al covid se ha cerrado con un fracaso. El proyecto Solidarity ha acabado tumbando la hidroxicloroquina, pero también el remdesivir, tras demostrar que es incapaz de salvar vidas aunque acorte estancias de UCI. Esto supone que al virus no se le puede atacar directamente y que, por ahora, lo más que puede hacer la medicina es ayudar al enfermo a mantenerse con vida y controlar sus reacciones adversas mediante el uso de corticoides.

Afortunadamente, habrá un Solidarity 2, pues han surgido más candidatos. La farmacéutica Gilead quiere probar otra vez su remdesivir junto a otras drogas. También han despertado cierta esperanza anticuerpos monoclonales del «cóctel» que se administró a Donald Trump.