De la misma factoría de ocurrencias desprovistas de carga de inteligencia que le aporta portadas a la independentista madrileña Díaz Ayuso, algunos equipos de la Benemérita bregados en inventar delirios para que fiscales en promoción y jueces en estado de trinchera partidista, aparece una magnífica creación que puede causar roturas de muros de contención de la risa o del terror. ¡Que vienen los rusos! gritan. Y filtran lo que han encontrado entre los detenidos de manera televisiva en la salida a la busca de titulares que pueda ayudar a desequilibrar la posible moderación en la Generalitat respecto a la pandemia, los presupuestos y que vienen unas elecciones que dejarán de nuevo a la banda del indocumentado Casado sin representación en el Parlament.

Según estos alucinados creadores de distopías idiotas, Putin, no otro, el propio Putin, había prometido el envío de diez mil soldados y pagar la deuda de Catalunya si declaraban la independencia. ¿A qué mola la imaginación primaria de todo el conglomerado de narradores incentivados por principios patrióticos como el anís del Mono? La respuesta de la embajada de Rusia ha estado cargada de humor, porque ha dicho que eso es un dato falso, que faltan dos ceros, es decir que iban a mandar un millón de soldados.

El humor carpetovetónico no tiene esas sutilezas y es posible que el juez vea en ese comunicado una prueba y haga sus considerandos con el millón. Un motivo para que Vox y los chicos u chicas de la banda de Casado planteen manifestaciones, toma de la embajada y declarar la guerra a Rusia, o mandarles cinco mil cabras para que se coman los verdes de sus praderas. Esta operación de detenciones masivas lleva el nombre de Volhov, el lugar de batalla en la que participó la franquista División Azul ayudando a Hitler. Sin humor. Ni gracia.