Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

La segunda oleada ya ha causado 715 víctimas, la mitad en el último mes

Después de un inicio de verano con pocos contagios gracias al esfuerzo colectivo del confinamiento primaveral, a partir de agosto empezó a remontar la cifra de positivos y, con estos, las hospitalizaciones y los fallecimientos. Desde el inicio de la segunda ola el covid ha causado 715 víctimas, y casi la mitad de ellas, 345, se han producido en octubre.

Cuando se publican los boletines diarios sobre la evolución de la pandemia de covid-19 la atención se centra casi siempre en la cifra de nuevos contagios y en otros parámetros relacionados con ella, como la tasa de positividad y el número reproductivo básico, sobre todo en estas semanas en las que de ellos dependen las restricciones que se nos están aplicando. Y paradójicamente, la información sobre los decesos suele quedar aparcado en un segundo plano, cuando son estos los que reflejan mejor que ningún número la dimensión de la tragedia que estamos viviendo, y es justo lo que se pretende evitar con esta batería de medidas, algunas inevitables y otras más controvertidas.

Y lo cierto es que los números, fríos y ajenos a cualquier polémica, son terribles. Porque desde que irrumpió en nuestras vidas el covid ha causado 2.891 fallecidos en Euskal Herri, de los que al menos 715 se han producido durante la segunda oleada, los últimos cinco notificados ayer por el Gobierno de Iruñea.

Octubre trágico en Nafarroa

Para sacar la cifra se han tenido en cuenta los decesos de los tres últimos meses, porque fue a partir de agosto cuando los representantes institucionales empezaron a hablar de segunda oleada. La exconsejera de Salud de Lakua Nekane Murga lo hizo por ejemplo el día 6 de ese mes.

Por tanto, una de cada cuatro víctimas del nuevo coronavirus se ha producido entre la última parte del verano y este principio de otoño, poniendo en entredicho algunas cosas que se dijeron al inicio del estío, como que lo peor ya había pasado. Los datos indican asimismo que si bien cuando la cifra de contagios empezó a remontar fueron sobre todo jóvenes los afectados, en las últimas semanas el reparto se ha ido equilibrando, golpeando también a personas mayores.

Otro dato representativo de la mala evolución pandémica es que un 48% –345– de las defunciones de esta nueva embestida han ocurrido en este último mes, que ha sido particularmente duro en Nafarroa. En ese herrialde, entre agosto y setiembre habían fallecido 46 personas a causa del coronavirus, mientras que en octubre han muerto 134, prácticamente el triple que los dos meses anteriores juntos.

Por otra parte, el hecho de que Osakidetza ofrezca la cifra de decesos por semanas y no a diario hace que el último dato se remonte al 25 de octubre –publicado en el boletín del miércoles, día 28–, de modo que es probable que a fecha de hoy el número de fallecidos sea mayor. De hecho, en esos 715 decesos se incluyen los once usuarios de residencias de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa cuya muerte se ha notificado desde el 25 de octubre.

2.082 positivos en un solo día

Aunque han pasado pocos días desde que se decretaron las nuevas medidas tendentes a evitar la propagación del virus, sobre todo en la CAV, porque el Gobierno de Iruñea ordenó el cierre perimetral de Nafarroa y otras fuertes restricciones el 19 de octubre, los datos tampoco permiten dar cabida al optimismo, y casi no hay jornada en la que no se rompa algún récord.

El de nuevos casos detectados volvió a batirse el viernes, cuando cayó otro listón, el de los dos mil positivos. En concreto, Osakidetza y Osasunbidea notificaron ayer 2.082 contagios más, 120 por encima del día anterior, con una positividad del 8,9% en la CAV y del 12,5% en Nafarroa.

Aunque el Gobierno de Lakua no ofrece datos por municipios ni otros parámetros importantes durante los fines de semana, las cifras que sí aportó ayer muestran una realidad complicada, pues los 688 positivos detectados en Bizkaia y los 203 de Araba también suponen una nueva marca en ambos herrialdes, y en este último, el número de contagios se ha triplicado en apenas cinco días, desde los 67 casos notificados el lunes.

Además, si hasta ahora Araba había mostrado una incidencia acumulada sensiblemente más baja que el resto, ya se ha situado en 456,36 casos por cien mil habitantes, y está cada vez más cerca de entrar en la zona roja.

Los 580 positivos de Nafarroa y los 596 de Gipuzkoa no constituyen un récord, pero eso no es ningún consuelo sino que constata lo complicado de su situación, con una incidencia acumulada de 1.119,09 y 895,97 respectivamente, muy por encima del límite que fija el estado de extrema gravedad. Es más del doble en el caso navarro, donde Iruñerria sigue acaparando la mayoría de los contagios; seis de cada diez este viernes.

Estos malos datos epidemiológicos tienen además su reflejo en el ámbito hospitalario, donde se han producido 127 nuevos ingresos y el número de personas en las UCI es de 150, diez más que en el informe anterior. Lakua no ofreció ayer el dato de pacientes atendidos en planta.

Con estos números, la próxima semana va a ser determinante para saber, no ya si se van a mantener las medidas acordadas esta misma semana, sino si se van a aprobar restricciones aún más duras, algo que no descartan ni en Lakua ni en Iruñea. La opción de un confinamiento general aparece cada vez más.