Daniel GALVALIZI
MADRID

Presupuestos con récord de apoyo vasco y soberanista

El Congreso aprobó el pasado jueves los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con una mayoría progresista más amplia aún que la que invistió hace once meses a Pedro Sánchez. Más de dos tercios de esos votos corresponden a los partidos del Ejecutivo de coalición: PSOE y Unidas Podemos (155 sumados). Pero el resto de los positivos (188) tiene una particularidad: es récord histórico vasco y también soberanista.

Nunca unos presupuestos estatales habían sido apoyados por el 87% de los escaños vascos y nunca tres grupos independentistas habían votado a favor de las cuentas del Gobierno español, como ocurrió el jueves.

Además de PSOE y Unidas Podemos, las formaciones políticas que dieron el aval necesario a las cuentas que confeccionó Moncloa fueron Esquerra Republicana, PNV, EH Bildu, PdeCAT, Más País, Compromís, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe. Esto marca la tendencia que ya quedó cristalizada en la investidura de enero pasado pero aún se profundiza más: los regionalismos (el cántabro y turolense), los nacionalismos (valenciano y canario) y el soberanismo vasco y catalán con sus diferentes matices e ideología son un apoyo clave del gobierno de coalición.

Incluso más aún para los PGE, ya que tanto ERC como EH Bildu se abstuvieron en la investidura y los cuatro que votaron positivo del grupo parlamentario JxCat lo habían hecho negativo hace once meses (cabe recordar que el centroderecha soberanista catalán se ha fragmentado y cuatro de los ocho escaños que no responden al liderazgo de Carles Puigdemont se han desmarcado y votan por separado).

La foto de la votación en las Cortes Generales muestra otro hecho histórico desde 1979: nunca antes tres formaciones independentistas (una vasca y dos catalanas) habían votado positivamente a favor de unos presupuestos estatales. Un signo no solo del cambio de época sino también del cambio demoscópico en el Estado español, con un récord de representación de partidos nacionalistas y soberanistas (un 11% del total de los escaños).

Pero, más allá del caso general, en esta votación ha ocurrido algo también histórico en lo que hace a Euskal Herria. En Gipuzkoa y Araba todos sus representantes han votado a favor de los PGE, en Bizkaia todos menos una (la del PP) y en Nafarroa la mayoría (tres de cinco). La CAV es así la autonomía en que más apoyo han tenido las cuentas. La votación de los PGE ha puesto aquí en el mismo equipo a un grupo heterogéneo como PNV (6 escaños), PSE (4), EH Bildu (4) y Elkarrekin Podemos (3). No solo son 17 de los 18 diputados sino que también suman el 86% de los votos de las últimas elecciones estatales.

En tal circunstancia concurren dos motivos puntuales: el pase de la abstención al voto positivo de la izquierda soberanista y la alianza política entre tres de las cuatro formaciones más votadas (PNV y PSE en la CAV y PSOE y Podemos a nivel estatal).

Por poco se estuvo ante otro hecho más histórico aún: que el ciento por ciento de los escaños que corresponden a la CAV votaran a favor de los PGE estatales. Nunca ocurrió algo así en una comunidad autónoma por razones obvias: siempre el PP y el PSOE se votan en contra. Aquí por unos pocos votos no sucedió: el PNV se había quedado en un principio con 7 escaños, pero luego en el escrutinio final y por 126 votos el PP le arrebató uno de Bizkaia y logró su única representación, la de Beatriz Fanjul, que votó en contra de los Presupuestos Generales.

En cuanto a Nafarroa, tres de los cinco escaños que la representan en el Congreso votaron a favor: los de PSN, EH Bildu y Unidas Podemos. En contra, los dos diputados de la coalición Navarra Suma (PP, UPN y Ciudadanos). Si se suman todos los escaños de Hego Euskal Herria, por tanto, 20 diputados votaron a favor y solamente 3 le dieron la espalda a las cuentas estatales para 2021.

En Catalunya también ha habido un apoyo notable y fuera de lo común: 36 de sus 48 representantes en las Cortes votaron a favor. Los de ERC (13), PSC (12), UP (8) y los 4 de JxCat que responden al PdeCAT, es decir, dos tercios de la representación política del Principat.