Las llaves

Algunas noticias inundan las páginas de los digitales con una rotundidad que nos hace perder el sentido de la orientación. Por ejemplo, ¿quién puede decir con un criterio científico que el peso de todos los plásticos producidos supera al de todos los animales existentes sobre la Tierra? Pues lo dicen y lo argumentan. Y nadie reacciona. Se siguen produciendo plásticos para desequilibrar la balanza y ponernos a toda la fauna al borde de la extinción.

Se dicen muchas cosas con una aparente fuerza de convicción que no se corresponde con una aproximación menos amable al asunto. Las imágenes de las llaves del Pazo de Meirás en manos de representantes del Estado español para cumplir la sentencia que arrebata a la familia Franco esta injusticia de ochenta y dos años, se explica como el principio o el final de algo. El final de la transición o el principio de una acción democrática para rescatar de las manos de todos lo usurpadores de vidas y haciendas franquistas los bienes que atesoraron. De ser así, el Ibex-35 se convertiría en una procesión de imputados, porque en los consejos de administración hay más apellidos franquistas que auténticos inversores o ahorradores.

Tendrá que ver lo del suegro de Urdangarin pagando seiscientos ochenta mil euros, a Hacienda, con esta situación de recuperación de los bienes comunes. Claro que ahora se está en otra discusión sobre la persona y la institución. Lo que hace un rey, es personal, y no implica a la corona. Será la tesis de Ayuso, que cada vez que habla demuestra su pensamiento totalitario y/o su ignorancia. El otro día definió el nacimiento del niño Jesús, como el principio de la civilización occidental y ahora al emérito como el que trajo la democracia. Estás son algunas de las llaves ideológicas de este movimiento político hacia la degeneración democrática.