Raimundo Fitero
DE REOJO

Aquí

De los miles de carteles, signos, iconos, órdenes y recomendaciones que le atacan, acompañan o despistan a las personas en su vida cotidiana, el más inquietante es uno muy extendido que dice: «Usted está aquí». Exactamente aquí. No allí, sino aquí. Pues bien, desde aquí, miro hacia allí, allá o acullá y solamente encuentro que motivos para no saber dónde estoy, ni dónde está la posibilidad de entender qué significa estar aquí, cuando se quiere estar allí. Por eso, y por tantas otras cosas, acudir de vez en cuando a los vericuetos por los que navega Iker Jiménez ayuda a comprender que el mundo está a punto de transformarse. No se vislumbra en qué, pero algo está sucediendo que nos confirma la abundancia de idiotas con título o por escalafón de esfuerzo.

Mientras las fuerzas del trabajo y de la cultura, intentan unirse para comprender que los científicos lanzan mensajes de amor en botellas minúsculas donde caben cinco dosis de la vacuna, lo realmente importante es que, en la primavera de 2019, en una estación de seguimiento de Australia, se recibió un mensaje de radio de fuera de la corteza terrestre y sus zonas de influencia radioeléctrica. O sea, un mensaje extraterrestre. Y la humanidad no atendió al mensaje. Bueno, hay dudas. Es muy posible que el lehendakari Urkullu sí. Por eso actúa de esta manera y tiene esa cara de susto. Llegó desde Próxima Centauri. O sea, desde allí.

Por aquí además del espectáculo patético de una capital militarizada para la toma de un presidente de USA, las batallitas menores de política rancia, no nos damos por enterados de que hay nuevas caravanas de personas huyendo de la desolación, camino de la desesperanza, desde Honduras a USA, que encuentran su primer muro de represión armada en Guatemala. Lamentable imagen. Pobres apaleando a pobres. Aquí. Ahora.