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EEUU deja de apoyar la ofensiva de Arabia Saudí en la guerra de Yemen

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que retira su apoyo a la ofensiva que lideran Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos en la guerra de Yemen, y que suspenderá contratos de ventas de armas con ambas petromonarquías. Washington notificó esta retirada como parte de la revisión de la política exterior de Donald Trump.


Joe Biden anunció ayer el fin del apoyo de Washington a la coalición árabe encabezada por Arabia Saudí en la guerra del Yemen, dentro de la revisión de la política exterior de su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump.

En un discurso en el que avanzó esta revisión, Biden quiso enviar a sus aliados el mensaje de que «EEUU está de vuelta» y de que dará prioridad a la diplomacia en sus relaciones.

Una de las medidas con las que quiso reflejarlo fue la retirada del apoyo a la ofensiva liderada por Ryad en Yemen, que avanzó su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.

La retirada del apoyo significa que Washington suspenderá definitivamente los acuerdos de venta de armas con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), el otro gran actor en la guerra, que había iniciado Trump.

Esos contratos ya se estaban revisando, pero todavía no se había tomado una decisión definitiva que, en el caso de EAU, afectará a la venta de aviones de combate F-35, un largo deseo de los Emiratos que se materializó coincidiendo con su decisión de restablecer relaciones diplomáticas con Israel en un pacto impulsado por el anterior inquilino de la Casa Blanca.

En todo caso, la decisión de Biden no afectará a las operaciones militares estadounidenses contra Al-Qaeda en la península arábiga, que continuarán, explicó Sullivan.

EEUU ha informado ya a los EAU y a Arabia Saudí de su decisión porque, según Sullivan, la política del nuevo Gobierno es de «no sorpresas en lo que se refiere a este tipo de acciones», de manera que los países afectados puedan saber qué está pasando y por qué.

Además, Biden quiere que EEUU «juegue un papel más activo» en la resolución del conflicto en Yemen y, por ello, nombrará un enviado especial para ese tema, cuya primera misión será intentar lograr un alto al fuego entre las partes.

El anuncio de Biden puede interpretarse también como un gesto hacia Irán, en un momento en el que Joe Biden debe plantear su postura sobre el acuerdo nuclear que rompió Donald Trump.

Los huthíes aplaudieron la decisión de Biden. «Esperamos que este sea el comienzo de una decisión que busque poner fin a la guerra», afirmó Hamid Assem, responsable político de los huthíes, que añadió que «la reputación de los americanos ha estado empañada por la muerte de personas inocentes» en Yemen.

Washington ya anunció, tras la llegada de Biden al poder, que revisaría de forma urgente la decisión que tomó su antecesor, Donald Trump, de incluir a los rebeldes chiíes huthíes –respaldados por Irán– en su «lista de terroristas».

La ONU y varias ONG avisaron de que la designación podría incrementar la crisis humanitaria en Yemen.

La campaña de bombardeos del reino saudí, que históricamente ha ejercido su influencia en Yemen, con el respaldo de Washington y Londres, agravó la crisis política y humanitaria en el conflicto, que ha sufrido un recrudecimiento durante los últimos meses.

Naciones Unidas la considera la mayor tragedia humanitaria del planeta y calcula que alrededor del 80% de la población, unos 24 millones de personas, requiere algún tipo de asistencia para cubrir sus necesidades básicas.

Biden paraliza la retirada de tropas de Alemania

El presidente de EEUU, Joe Biden, paralizará la retirada de tropas de su país de Alemania, ordenada por su predecesor en el cargo, Donald Trump. «Mientras la revisión de la postura global de Washington esté pendiente, se congelará cualquier viaje de reubicación (de soldados) de Alemania», indicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Trump informó en junio de su intención de reducir el número de tropas en Alemania, en represalia por lo que consideraba insuficiente gasto en defensa por parte de Berlín y por, a su juicio, aprovecharse de EEUU en cuestiones comerciales. Más tarde, el Pentágono precisó que retiraría 11.900 militares de Alemania, 5.600 de los cuales se reubicarían en otros países de la OTAN, sobre todo en Bélgica e Italia, y otros 6.400 regresarían a EEUU. Además, trasladaría el Comando Europeo de las Fuerzas de EEUU de Stuttgart a Bélgica. GARA