Reporteros Sin Fronteras (RSF) anunció ayer la presentación ante la Justicia alemana de una denuncia por crímenes de lesa humanidad cometidos contra los periodistas en Arabia Saudí; una denuncia centrada en la ejecución de Jamal Khashoggi, del que acusa en particular al príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

Su demanda ante la Fiscalía General del Tribunal Federal de Justicia de Alemania fue interpuesta el lunes y está dirigida contra Bin Salman y otros cuatro altos cargos sospechosos, como su consejero Saud al-Qahtani, además de todo aquel indivi- duo al que las pesquisas pudieran identificar.

La denuncia también se refiere a la detención arbitraria de 34 periodistas en ese país entre 2012 y 2019, de los cuales 33 todavía están arrestados, como el bloguero Raif Badawi. Arabia Saudí ocupa el puesto 170 de 180 en la clasificación mundial de RSF sobre la libertad de prensa.

Medidas de EEUU

A pesar de haber prometido castigar a los principales dirigentes de Arabia Saudí durante la campaña electoral por la muerte de Khashoggi, el presidente de EEUU, Joe Biden, eludió aplicar sanciones a quien la Inteligencia estadounidense apunta como principal responsable, el príncipe heredero, para no perjudicar las relaciones con un aliado en una región volátil.

Donald Trump se había negado a publicar el informe, pero Biden lo hizo tras informar previamente al rey saudí, Salman bin Abdulaziz.

Además, Washington, en una decisión histórica, acordó sancionar a 76 funcionarios saudíes y pidió desmantelar la Fuerza de Intervención Rápida, la unidad que llevó a cabo aquella operación.