El extesorero del PP Luis Bárcenas regresó ayer a la Audiencia Nacional para declarar en el juicio por el pago de casi un millón de euros con dinero de la caja B del PP para la reforma de la sede de la calle Génova de Madrid. Bárcenas declaró después de que la Sala descartase su petición de enfrentarse en un careo con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, a quien situó de nuevo entre los ex altos cargos que, según él, recibieron sobresueldos de la «contabilidad extracontable» del partido.

Al igual que en su carta a la Fiscalía, mencionó como receptores de los sobresueldos a ex secretarios generales del PP como María Dolores de Cospedal, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes y Javier Arenas y también a exministros como Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato y Federico Trillo. Aseguró que este sistema existía porque el partido recibía donativos que superaban los límites permitidos y porque había compromisos «que había que satisfacer de forma no oficial». La orden de operar así nació, según Bárcenas, de Álvarez Cascos y continuó con el resto de secretarios generales. Su última entrega, entre 2009 y 2010, tras estallar el «caso Gürtel», fue el abono de 50.000 euros a Rajoy y a Cospedal.

Además, aseguró que, cuando la contabilidad B salió a la luz, un emisario del PP le ofreció medio millón de euros –pagado por empresarios– por alterar las anotaciones y sembrar así dudas sobre su veracidad.

Igualmente, confirmó el pago en B de la reforma de la sede de Génova y de la compra de acciones de Libertad Digital.