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La victoria de Netanyahu se enfrenta a un posible bloqueo de la negociación


Para mantener el puesto de primer ministro que ocupa desde hace doce años, Benjamin Netanyahu iniciará una búsqueda de apoyos en un complicado escenario de alianzas tras las elecciones del pasado martes.

«Me dirigiré a todos los electos que compartan nuestros principios, no excluiré a nadie», afirmó. Puede necesitar tanto el apoyo, quizás irreconciliable, de la derecha de Yamina de su exsocio Naftali Bennett como del partido árabe Raam de Mansour Abbas, que entrará en el Parlamento con cinco escaños.

Con alrededor del 90% de los votos contados, ayer el Likud del primer ministro tenía alrededor de 30 escaños, seguido por el partido de Yair Lapid (17 escaños). Asociados a sus aliados naturales, Netanyahu y Lapid ganarían cada uno poco más de 50 escaños.

Todos los ojos están puestos en Bennett, a cuyo partido Yamina (derecha radical) se le atribuyen siete escaños. Si sus diputados son finalmente esenciales, podría subir sus exigencias para apoyar a la coalición derechista reclamando altos cargos en el Ejecutivo. Bennett no aclaró su posición durante la campaña electoral. «Solo usaré el poder que me ha dado para seguir una sola idea: lo que es bueno para Israel, lo que es bueno para todos los ciudadanos de Israel», afirmó el martes.

Ahondar en la división

En cuanto a la alianza con el partido árabe Raam, el diputado del Likud David Bittan, cercano a Netanyahu, aseguró que era posible, pero el problema es hacerlo compatible con la ultraderecha más racista que ha entrado en el Parlamento de la mano del primer ministro. Para los palestinos israelíes, el apoyo a ese bloque ahondaría en la división iniciada con la ruptura de la lista árabe conjunta, pero Abbas no lo ha descartado.

Lo que sí han dejado claro las elecciones es el creciente peso de las opciones más ultras de la derecha y que, pese al juicio por varios casos de corrupción y a que el resultado ha sido el peor del Likud en las últimas cuatro elecciones, ningún otro líder se acerca al apoyo que sigue manteniendo Netanyahu.