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«Anonimato y sicariato, aliados» de la impunidad en Colombia


Hasta 836 personas sufrieron en Colombia violencia político social en 2020, sobre todo fueron víctimas de «asesinatos», amenazas y lesiones físicas, según el registro del banco de datos del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) divulgado ayer.

«Presentamos este informe en un contexto en que se fortalecen esas estrategias de violencia y continúa esa sistemática persecución de líderes y lideresas sociales defensores de derechos humanos», resaltó el director de Cinep, Luis Guillermo Guerrero.

Los grupos paramilitares como el Clan del Golfo son los «presuntos responsables» de casi la mitad de estas victimizaciones (581), aunque la Policía y el Ejército se acercan mucho, con 490 y 243, respectivamente.

«Resulta preocupante el fortalecimiento del paramilitarismo, a través de la amenaza. Fueron 252 amenazas de muerte solo entre julio y diciembre de 2020 y también ejecuciones extrajudiciales del paramilitarismo a 59 personas inocentes», explicó.

«Igualmente resultan graves las acciones de las unidades de la Policía Nacional que entre julio y diciembre causaron 74 civiles heridos, ejecutaron presuntamente a 42 ciudadanos, detuvieron arbitrariamente a 18 personas y amenazaron de muerte a 26», manifestó.

Resaltó que pocas veces se reivindican las acciones, y los únicos detalles que se dan de los victimarios es que eran «hombres armados con capuchas». «La impunidad es la estrategia que ha acompañado la violación a los derechos humanos», dijo el padre Javier Giraldo, investigador del Banco de Datos del Cinep. Añadió que «el anonimato y el sicariato, es un gran aliado de la impunidad».