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Biden, primer presidente de EEUU que reconoce el genocidio armenio

Joe Biden se convirtió en el primer presidente de EEUU en ejercicio que reconoce el genocidio armenio, un paso que sus predecesores habían evitado dar para no tensar la relación con un socio como Turquía. En el aniversario del inicio de la masacre, Biden utilizó la palabra «genocidio» rechazada por Ankara y que el Congreso ya había reconocido.


El presidente estadounidense, Joe Biden, describió ayer como genocidio la matanza de 1,5 millones de armenios por parte del Imperio Otomano en 1915, el primer reconocimiento de este hecho por primera vez desde la Presidencia de Estados Unidos, aliado de Turquía.

En un comunicado en el 106 aniversario del inicio de esa masacre, Biden dio un paso que sus predecesores habían evitado para no poner en riesgo la crucial alianza con Ankara, aunque Ronald Reagan hizo una alusión en 1981 en un comunicado sobre el Holocausto.

«Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y volvemos a comprometernos a evitar que esa atrocidad vuelva a ocurrir», indicó Biden en el comunicado emitido con motivo de la conmemoración del Día del Recuerdo de Armenia.

«Honramos su historia. Reconocemos su dolor. Afirmamos su historia. No repartimos culpas pero queremos asegurarnos de que lo que ha ocurrido no vuelve a pasar», añadió. «El pueblo estadounidense honra a todos los armenios que murieron en el genocidio que comenzó hoy hace 106 años», reiteró.

Aunque la mera alusión al genocidio ya tensa la relación con Turquía, la decisión de Biden –prometida durante su campaña electoral– no irá más allá y no derivará en la imposición de sanciones u otro tipo de medidas.

El presidente de EEUU había informado previamente a su homólogo turco, en una conversación telefónica, previniéndole de su intención de reconocer el genocidio armenio a la vez que le expresaba su intención de mantener «una relación bilateral constructiva» y «una gestión eficaz de los desacuerdos». En la misma, Biden y Erdogan acordaron reunirse en junio durante la cumbre de la OTAN en Bruselas.

Con todo, no redujo el enfado del Gobierno turco y de Erdogan, quien lidera la política neootomana que intenta revivir la influencia del antiguo imperio.

El comunicado llega además tras la intervención de Ankara en la última reactivación de la guerra de Nagorno Karabaj frente a las fuerzas armenias, y que reforzó la presencia de Ankara en la región.

Ya en 2019, las dos cámaras del Legislativo estadounidense aprobaron resoluciones reconociendo por primera vez el genocidio, un movimiento que enfureció a Turquía, que se ha mostrado siempre hostil contra este tipo de declaraciones.

Erdogan advirtió entonces de que «si fuera necesario» podría ordenar el cierre de la base aérea estadounidenses de Incirlik, que ha jugado un rol importante para las operaciones del Pentágono en Siria. «Es muy importante para ambos lados que EEUU no dé pasos irreparables en las relaciones», afirmó Erdogan, que avisó además de que tomaría medidas recíprocas.

Pero el entonces presidente estadounidense, Donald Trump no tomó el testigo del Congreso y logró que la sangre con Turquía no llegase al río.

La relación entre EEUU y Turquía se mueve entre su asociación estratégica y recurrentes conflictos como los relacionados con el predicador Fetullah Gülen, enemigo de Erdogan exiliado en EEUU, o la compra del sistema de defensa ruso S-400 por parte de Ankara.

Turquía solo habla de «lamentables excesos» y ya ha reaccionado con hostilidad contra quienes reconocen el genocidio, como el Estado francés o Alemania. Hasta ahora 29 países lo han hecho.

 

Ankara habla de «politización» y «populismo»

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció «la politización por parte de terceros» del debate sobre el genocidio armenio. Su ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, también rechazó la declaración de Biden. «Las palabras no pueden cambiar ni reescribir la Historia. No tenemos que aprender nada de nadie respecto a nuestro propio pasado», escribió el responsable de la diplomacia turca en Twitter. «El oportunismo político es la mayor traición a la paz y la justicia. Rechazamos completamente esta declaración basada únicamente en el populismo», añadió el ministro turco. El Ministerio de Exteriores turco también publicó un comunicado para «rechazar y denunciar de la forma más tajante» el comunicado de Biden, «realizado bajo la presión de círculos armenios radicales y grupos antiturcos». Negó que lo ocurrido en 1915 pueda calificarse de genocidio y pidió al presidente de EEUU «que corrija este grave error, que no sirve a ningún fin, salvo el de satisfacer ciertos círculos políticos».GARA