La Comisión Europea lleva ante la justicia a la farmacéutica AstraZeneca, después de que solamente haya entregado un tercio de las vacunas a las que se comprometió. La decisión se tomó de forma unánime por parte de los 27 países, si bien había sido urgida por el Estado francés, Alemania y Bélgica.

«Nuestra prioridad es garantizar que se producen las entregas de vacunas contra la Covid-19 para proteger la salud de la UE. Por eso, la Comisión ha decidido, junto con los Estados miembros, iniciar procedimientos legales contra AstraZeneca. Cada dosis de vacuna cuenta. Cada dosis salva vidas», explicó en Twitter la comisaria de Salud, Stella Kyriakides.

Durante el primer trimestre del año, AstraZeneca entregó 29,8 millones de dosis y la previsión es que ronde los 100 millones a mitad de año. El contrato fijaba que llegaran el triple de dosis, si bien dentro de la parte que se ha hecho pública del acuerdo figuran ciertos condicionantes ligados a la capacidad de producción.

A lo que se agarra la UE es que la firma ha estado enviando dosis a terceros países, Reino Unido fundamentalmente, sin haber cumplido con las entregas pactadas a la UE, por lo que la multinacional no puede apelar a los problemas de producción que contempla el contrato.

Con esos hasta cien millones que sí está previsto que lleguen para mediados de año alcanzaría para vacunar a la franja de edad que hasta el momento, se está vacunando con AstraZeneca 60-69 años (11% del total de la población de la UE, aproximadamente). Por tanto, no es descartable que lo que pretenda la Comisión sea romper ese contrato y encontrar otro suministrador que no esté lastrado por esos efectos adversos graves en forma de trombos que se han cobrado vidas en tasa de una por millón (incluida, según apunta la investigación, la de un militar español de 35 años destinado y vacunado en Nafarroa).

Por el camino quedan cientos de miles de personas a las que se ha suministrado la primera dosis y que están a la espera de completar su tratamiento. Entre ellas se encuentran 120 vascos que participarán en un estudio clínico en el que se les inoculará una dosis de otra marca, Pfizer, y se valorarán los resultados de esta combinación de vacunas. El ensayo lo desarrollará conjuntamente Gurutzeta y otros hospitales del Estado y Catalunya.

El recelo a continuar con la administración de vacunas de AstraZeneca por parte de los países miembros choca con la recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento, que remarca que se salvan más vidas vacunando que retrasando la administración.

Fernando Simón, en la rueda de prensa de ayer, aseguró que la decisión de administrar la segunda dosis de AstraZeneca a los menores de 60 que recibieron la primera no está tomada, pese a que ya toca inyectarla a los primeros vacunados.