La UE compra a Pfizer otras dos vacunas por persona para antes de 2023
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó ayer el nuevo contrato de compra con BioNTech y Pfizer para contar con 900 millones de vacunas contra el coronavirus para toda la UE en el periodo 2021-2023, con una opción de compra por otra cantidad equivalente, lo que podría elevar el contingente total hasta 1.800 millones de dosis. Esto alcanzaría a más de dos dosis por persona (o cuatro, si se llegara a las 1.800). Cabe recordar que el portavoz de Pfizer ya adelantó la recomendación de una tercera dosis a los 9 meses a modo de recordatorio.
La propia Von der Leyen confirmó en abril las conversaciones con el laboratorio para concretar este acuerdo de compra que esta semana solo estaba pendiente del visto bueno formal del Colegio de Comisarios.
El objetivo no es solo elevar la cantidad de dosis disponibles para atender a la población, sino también prepararse para posibles nuevas variantes, contar con recursos para la vacunación de menores y reforzar inmunizaciones.
La política alemana aprovechó que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunieron ayer en Oporto –para hablar, entre otros asuntos, de la gestión de la pandemia y de la necesidad de aumentar la producción y distribución de sueros contra el virus en todo el mundo– para hacer público que el Ejecutivo comunitario había dado luz verde al acuerdo de compra.
«Otros contratos y otras tecnologías de vacunas vendrán después», dejó escrito Von der Leyen en un breve mensaje en Twitter en el que también se mostró «feliz» por el acuerdo con Pfizer y BioNTech.
Más tarde, en una rueda de prensa al término de la cumbre europea y preguntada por si alguna parte de estas dosis irá a parar a países necesitados, Von der Leyen aclaró que las condiciones de esta compra prevén que cada Estado miembro tenga libertad para «exportar, donar o revender» las dosis que le correspondan según la clave de reparto acordada.
Postura sobre las patentes
Durante la cumbre en la ciudad portuguesa, los líderes de la UE estuvieron muy críticos con el anuncio del presidente de EEUU, Joe Biden, sobre las patentes. Le emplazaron a que, antes de abogar por liberarlas, levante las normas legales que evitan la exportación de componentes básicos de fabricación de su país, lo que Washington está usando para garantizar que sus ciudadanos se inmunizan primero.
«Emplazo muy claramente a Estados Unidos a poner fin a las prohibiciones a las exportaciones de vacunas y componentes porque impide la producción [en otras regiones]», planteó directamente el presidente francés, Emmanuel Macron. Este aseguró que en la UE hay laboratorios que lamentan no poder producir «porque los componentes están bloqueados en Estados Unidos» y, al mismo tiempo, señaló a la Administración Biden al recalcar que la clave para atender más rápido a las necesidades de los países pobres «es producir más».
Von der Leyen, que días antes dijo «no ser en absoluto amiga» de suspender las patentes, abrió la puerta «a iniciar la discusión» tras el anuncio de Washington, aunque el bloque mantiene que no ve esta posibilidad como una solución eficaz en el corto plazo.
«Creo que necesitamos la creatividad y la innovación de las empresas», añadió la canciller alemana, Angela Merkel, que dudó de que la suspensión de patentes sirviera para obtener «más y mejores vacunas».