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Entrevista
XAVIER FLAHAUT
ENCARGADO DEL BAR BAKAR XOKO (HENDAIA)

«El gran día será el 9 de junio, con el interior del bar ya abierto»

Flahaut se puso a los mandos del Bakar Xoko en enero de 2020. Dos meses después debió cerrar por la pandemia. Tras el respiro estival y pasados siete meses del cierre decretado en otoño, ayer pudo volver a levantar la persiana. Para él, pese a lo gris de la mañana, «volvió a brillar el sol».


El llamado a ser el Día D amaneció tristón en Hendaia. La terraza del bar-restaurante Bakar Xoko estaba, a primera hora de la mañana, empapada. Su gerente, Xavier Flahaut, todavía no había quitado el candado a la pila de sillas cuando atendió a GARA para compartir su sentir ante «una jornada que marca una vuelta a medias, a la espera de que el 9 de junio podamos recibir a la clientela, aun con aforo limitado, dentro del local».

Se puede decir que el arranque de su trayectoria al frente del Bakar Xoko, adyacente al frontón Daniel Ugarte de Hendaia, ha sido cuanto menos accidentado.

Así es. Tras renovar el local abrimos las puertas en enero de 2020, y la pandemia nos obligó a un primer cierre entre mediados de marzo y principios de junio. Luego llegó el verano, en el que trabajamos muy bien, pero la alegría duró muy poco porque en octubre llegó el segundo confinamiento.

Cuando se anunció el cierre de los bares y restaurantes, en otoño de 2020, ¿se esperaba usted que la medida durara siete meses?

¡Para nada! No preveíamos de ninguna de las maneras un cierre tan prolongado. Ha sido muy largo, demasiado, porque hay que ser conscientes de que ahora abrimos, a medias, cuando ya estamos a las puertas del verano.

Imagino que tras el cierre, en octubre, la primera preocupación fue la cobertura social y económica. ¿Les ha tratado bien el Estado?

No tengo nada que objetar sobre la cobertura estatal. Hemos estado cubiertos, hemos recibido ayudas, pero eso no implica que no hayamos pasado un periodo duro y difícil, porque nosotros queremos estar con la clientela, dar un servicio, trabajar y sacar adelante nuestro negocio. Ha sido frustrante, pero ahora hay que abrir una nueva etapa.

Abre solo en terraza y con el equipo a medias.

De momento mi compañera Julie sigue en casa, porque no sabemos, la verdad, cómo vamos a andar de trabajo.

Con la terraza al 50%, ¿le van a dar los números?

Podré atender a un máximo de 22 personas en el exterior al mismo tiempo, y a nadie en el interior, hasta que el 9 de junio podamos ya servir bebida y, claro está, pintxos y platos también en el interior. Entonces habrá aforo del 50% dentro del bar, pero en la terraza podremos trabajar al 100%. Para esas fechas Julie podrá salir del paro parcial [similar al ERTE], trabajar codo con codo conmigo, y arrancaremos de verdad y mirando a la temporada estival.

¿Le preocupa el protocolo?

Un poco sí. Puede ser incómodo tener que enmarcar a la gente, recordarle que debemos seguir cumpliendo reglas básicas como la distancia, el número de personas por mesa, la mascarilla. O decirles que no pueden sentarse, porque hemos llegado al aforo permitido. Es complicado.

La reapertura de las salas deportivas le dará un empujón.

Es nuestra zona y nos afecta que abra el gimnasio, que arranquen los cursos de judo y otros, también que se amplíe la actividad de Hendaiarrak, de la gente de pelota, ya que ahora solo funciona el frontón con los chavales. De todas formas, no podemos recibir todavía a mucha gente.

Por lo que entiendo, el gran día no es tanto este 19 de mayo como la apertura más completa en tres semanas.

Para nosotros eso está muy claro. Ahora se trata de arrancar y aguantar hasta ese 9 de junio en que nos dejarán abrir al 50% en interior y al 100% en terraza. Esa es la reapertura que esperamos, la que nos permitirá respirar algo más tranquilos, porque, si se levanta la enbata y hace frío o llueve, podremos replegarnos con la clientela al interior del bar y seguir trabajando, que es lo único que queremos.