GARA Euskal Herriko egunkaria
ANULADO EL PROCESAMIENTO POR EL CASO HERGUETA

Madrid y París se retratan en su obsesión con Josu Urrutikoetxea

La Audiencia Nacional ha terminado admitiendo, tras un informe de la Guardia Civil, que el militante vasco Josu Urrutikoetxea no perteneció a ETA p-m, por lo que no cabe imputarle un atentado cometido por esa organización. Pese a ello, incluso París había aceptado su entrega en primera instancia, por lo que el ridículo es doble.


La Audiencia Nacional ha admitido finalmente que el militante vasco Josu Urrutikoetxea no tiene relación alguna con el atentado contra el industrial Luis Hergueta, por el que se había llegado a convencer a las autoridades francesas para su entrega al Estado español, en primera instancia. En consecuencia, revoca ahora el procesamiento.

El Tribunal de Apelación de París aceptó la demanda de las autoridades españolas contra Josu Urrutikoetxea el pasado 6 de enero, aunque la causa ha pasado a la Corte de Casación tras el recurso de la defensa. Por ello, su situación en el Estado francés no ha variado por el momento: está libre con control telemático desde el pasado mes de julio.

Este tribunal optó por aceptar directamente la demanda de extradición en este caso sin despejar la cuestión del plazo de prescripción ni entrar a la cuestión de fondo. Y es que Urrutikoetxea siempre había negado haber sido militante de ETA p-m, la organización armada que reivindicó en su día la acción que costó la vida al directivo de Michelin Luis Hergueta en Gasteiz hace 40 años.

 

Revocado el procesamiento

Ahora, la Audiencia Nacional ha acabado admitiéndolo, en un auto firmado por el juez Santiago Pedraz, y tras certificarlo así un ente nada sospechoso: la Guardia Civil.

Este informe del instituto armado llegó el 6 de mayo al Juzgado Central de Instrucción número 1 y su contenido es taxativo: dice que en esa fecha Josu Urrutikoetxea «estaba integrado en ETA militar, sin que exista constancia o soporte documental alguno sobre su militancia o integración en la organización ETA político-militar».

Tras ello, el juez Santiago Pedraz recuerda que desde el 1 de marzo estaba abierta la posibilidad de «alzar la imputación de Urruticoechea si ‘las alegaciones efectuadas por el recurrente fueran ciertas’, circunstancia esta que ha venido corroborada por la conclusión del informe emitido por la Jefatura de Información de la Guardia Civil, en el sentido de que la pertenencia del procesado era a ETA militar y no a ETA político-militar». Y añade que «las testificales» efectuadas en el caso también confirmaron que desde la escisión de ETA en dos ramas en el año 1974 «Urruticoechea quedó integrado en ETA militar».

En consecuencia, el juez Pedraz sigue: «De esto se infiere que los indicios de criminalidad existentes contra Urruticoechea Bengoechea y que fueron el motivo que dieron lugar a su procesamiento han quedado posteriormente desvirtuados, permitiendo a este instructor revocar el procesamiento».

Así, dispone «dejar sin efecto el auto de procesamiento» y suspende la tramitación del recurso de apelación, «que había quedado a la espera de la emisión del informe de la Guardia Civil que ha servido de base para dictar esta resolución». Además, avanza que en otro auto «se dictará sobre la terminación del sumario y dictado del auto de conclusión».

 

Diferentes decisiones

La situación de Josu Urrutikoetxea es muy compleja debido a las diferentes causas abiertas por la Justicia francesa y la española en su contra.

Para empezar, está a la espera de que se repita el juicio por las dos causas por las que la Justicia francesa le condenó en 2010 y 2017. Además, está la segunda euroorden presentada por Madrid, la relativa al llamado «sumario herriko tabernak», en la que la Corte de Casación se pronunció favorablemente a la entrega de Urrutikoetxea.

El pasado 17 de noviembre ese mismo tribunal avaló otra demanda de entrega, en este caso una extradición, en relación al atentado cometido por ETA en 1987 contra la casa-cuartel de la Guardia Civil, en Zaragoza, y que costó la vida a 11 personas.

Todavía había un intento más de encarcelarle en el Estado español, pero en julio del año pasado el Tribunal de Apelación de París echó atrás una de las dos euroórdenes presentada por Madrid. Esta iba destinada a juzgarle por «crímenes de lesa humanidad» al hacerle responsable del atentado que costó la vida en 2006 a dos ciudadanos ecuatorianos en el aeropuerto de Barajas.

Urrutikoetxea abandonó la cárcel de La Santé el 30 de julio. Aquel día su hijo, Egoitz Urrutikoetxea, señaló que «se abre una ventana para que en el resto de causas se cumpla la ley».