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Los Estados árticos rebajan la tensión con un «compromiso de cooperación»

Los ocho miembros del Consejo Ártico –Rusia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia– reafirmaron su «compromiso por la estabilidad y la cooperación en la zona», aunque Moscú quiere que se hable también de los temas militares.


La reunión, celebrada en un contexto de tensión creciente entre Estados Unidos y Rusia y que pone fin a la presidencia rotatoria islandesa y marca el inicio de la rusa para los dos próximos años, concluyó con una declaración conjunta que enfatiza también aspectos como la gestión responsable y la importancia de responder a desafíos como el cambio climático, además de adoptar por primera vez un plan estratégico para la siguiente década.

Los representantes de los países miembros coincidieron en su defensa de este organismo creado en 1996 como un foro único que funciona por consenso y que ha mantenido la zona al margen de conflictos militares desde su existencia. Pero también afloraron las tensiones surgidas en los últimos meses entre las dos grandes potencias y entre Rusia y algunos de los aliados estadounidenses, varios de ellos miembros de la OTAN.

Entre las situaciones que han acrecentado la tensión en la zona están los constantes vuelos en la región de los bombarderos estadounidenses, la detección por cazas rusos de un avión espía noruego o la construcción por parte de Rusia de una moderna base militar en la zona.

En esta línea, en su intervención, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, abogó por que los temas militares formen parte del diálogo entre los países árticos y recordó que ya hay cooperación en cuestiones de seguridad marítima. «Es importante extender las relaciones positivas que tenemos en el seno del Consejo Ártico para incluir también la esfera militar, en primer lugar revitalizando el diálogo multilateral sobre cuestiones militares entre los estados mayores de los países», manifestó Lavrov, que insistió en que la presidencia rusa tratará de impulsar esta línea.

Recelo de otros países

Representantes de varios países miembros se mostraron recelosos y así el ministro de Exteriores islandés, Guðlaugur Þór Þórðarson, habló de la importancia de mantener este organismo «tal y como es», aludiendo a que surgió para impulsar la cooperación, desarrollo sostenible y protección del medio ambiente, dejando aparte aspectos militares y de seguridad.

En esta línea incidió también el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, que no mencionó las cuestiones militares entre las áreas de cooperación y señaló como una de sus prioridades «la gestión efectiva y el principio de legalidad» para asegurar que el Ártico siga siendo «una región libre de conflicto donde los países actúen de forma responsable».