La pandemia agudiza la desigualdad laboral

El informe mundial sobre salarios que elabora la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha puesto de relieve que la desigualdad de género en las relaciones laborales ha crecido durante la pandemia. La principal conclusión del estudio es que, sin los subsidios salariales, las mujeres europeas hubieran perdido un 8,1% de la masa salarial, mientras que en el caso de los hombres la pérdida hubiera sido solo de un 5,4%. Más que a los despidos, la diferencia se debe a la reducción en el número de horas trabajadas. Una conclusión sorprendente, sobre todo, porque muchas de las ocupaciones que se declararon esenciales en este periodo eran realizadas mayoritariamente por mujeres. La causa de esta paradoja está en que la reducción de horas trabajadas se ha dado, especialmente, en ocupaciones de baja cualificación –en los que también la mujeres son la fuerza laboral mayoritaria–, mucho más que en los puestos directivos y profesionales –donde su representación es bastante menor–.

Los datos sobre el salario mínimo confirman esa situación de desigualdad. El informe estima que 327 millones de personas en todo el mundo reciben una remuneración equivalente o inferior al salario mínimo. De ellas, el 47% son mujeres. A pesar de que son menos de la mitad, la perspectiva cambia si se toma en consideración la proporción de mujeres en el conjunto de trabajadores, donde estas son solamente el 39%. Es decir, que las mujeres están sobrerrepresentadas en el grupo de los salarios más bajos y por ello cualquier reducción de las horas trabajadas o en los salarios nominales sitúa a muchas trabajadoras al borde del abismo.

El informe de la OIT no deja lugar a dudas de que esta pandemia ha vuelto a poner de manifiesto que la lucha contra la desigualdad de las mujeres en el ámbito laboral tiene un instrumento clave que es un salario mínimo digno. Las mujeres serán uno de los grupos que más se beneficiará de un aumento que, además de reducir la desigualdad, servirá para estimular la actividad económica.