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Duque militariza Cali para contener las protestas masivas

Iván Duque ordenó el despliegue de tropas militares en Cali, donde en las últimas horas se registraron diez nuevas muertes, para tratar de contener las protestas antigubernamentales que cumplen un mes sin que las exigencias de la calle hayan tenido respuesta, aunque las impopulares reformas que detonaron el estallido social fueran archivadas.


Dos reformas archivadas, varias renuncias ministeriales y la creación de una mesa de diálogo entre el Ejecutivo del presidente Iván Duque y el Comité del Paro Nacional son parte del balance del mes de protestas antigubernamentales, en las que se han registrado ya numerosas muertes, desapariciones y abusos sexuales perpetrados por las fuerzas de seguridad sin que haya signos de que vayan a finalizar.

Tras una nueva jornada de violencia en Cali, epicentro de las manifestaciones, Duque ordenó el máximo despliegue militar para apoyar a la Policía y tratar de contener las protestas, que ese día cumplieron un mes.

En las últimas horas se han registrado 13 nuevas muertes en Cali –una de las víctimas era un investigador de la Fiscalía que disparó contra una concentración matando a varios y luego murió a manos de los manifestantes–, que, según Temblores y e Indepaz, elevan a 63 los fallecimientos en el marco de las protestas, 43 de ellos atribuidos a la fuerza pública. La Fiscalía rebaja a 43 los muertos y solo vincula 17 a las protestas. Las autoridades buscan a 123 personas dadas por desaparecidas, que algunas fuentes elevan a 327.

Una desigualdad de décadas avivada con impopulares reformas políticas detonó el hartazgo por el que miles de colombianos tomaron las calles desde el 28 de abril. Algunos frutos han sido visibles, pero quedan un sinfín de demandas por resolver y la crisis se agrava mientras afloran a diario denuncias por violaciones de los derechos humanos.

Gobierno y Parlamento se vieron obligados a archivar las impopulares reformas tributaria y de salud, detonantes de las protestas, pero no lograron contener las reivindicaciones, ahora avivadas por denuncias de brutalidad policial, sobre todo en Cali y Bogotá, que se extienden.

Entre ellas, un ingreso básico, oportunidades para los jóvenes y el fin de la violencia policial, incluido eliminar el Esmad, acusado de reprimir con extrema violencia a los manifestantes. La ciudadanía también expresa su frustración por la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la continua violencia en las zonas rurales, donde son ejecutados líderes sociales y excombatientes de la antigua guerrilla de las FARC. Ayer mismo se conoció la muerte de otro exguerrillero, José Ignacio Loaiza Henao, con el que ya son 26 en lo que va de año.