GARA
adis abeba

El frágil alto el fuego marca un punto de inflexión en el conflicto de Tigray

El alto el fuego anunciado por el Gobierno etíope en Tigray y la salida por parte de las topas federales de la capital de la región marcan un punto de inflexión en el conflicto que puede dar paso a negociaciones, aunque las fuerzas tigriñas llamaron a intensificar la lucha.

Las autoridades rebeldes de la región de Tigray, en Etiopía, anunciaron que su lucha se intensificará hasta que todos los «enemigos» abandonen la región, lo sugiere que los combates continuarán a pesar del cese el fuego decretado por el Gobierno etíope el lunes, después de que las fuerzas del Frente Popular de Liberación Tigray (TPLF) entraran en la capital regional, Mekele.

La ciudad había sido tomada por el Ejército federal el 28 de noviembre de 2020, tres semanas después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, lanzara una ofensiva contra el Gobierno local en respuesta al ataque a bases militares federales.

A pesar de que el Gobierno federal proclamó su victoria poco después de tomar Mekele, los combates no cesaron. La semana pasada, el TPLF lanzó una ofensiva coincidiendo con las elecciones anticipadas del país.

La entrada del TPLF en Mekele, que el Ejército y la Administración habían abandonado previamente, y el control de la mayor parte de la región, supone un punto de inflexión en este conflicto que dura ya casi ocho meses.

El antiguo Gobierno regional, ahora de nuevo instalado en Mekele, anunció que cumplirá «todas las tareas necesarias para garantizar la supervivencia y la seguridad de nuestra gente», a la vez que llamaba a sus fuerzas a «intensificar su lucha hasta que nuestros enemigos se vayan completamente de Tigray». Sin embargo, altos funcionarios del Ejecutivo federal fueron vistos recientemente en las embajadas de EEUU y Gran Bretaña en Adis Abeba, que habrían forzado la negociación. Según esa versión, la retirada del Ejército federal de Mekele sería una condición previa establecida por los países occidentales.

Funcionarios de la ONU informaron de que también la localidad de Shire había sido abandonada por las fuerzas y autoridades federales, así como por las tropas eritreas que les dan su apoyo, lo que la población celebró en calles y carreteras. A la vez, llegaron vehículos que transportaban combatientes del TPLF desde el este.

Durante los ocho meses de conflicto, miles de personas han muerto, cerca de dos millones se han visto desplazadas internamente en la región y al menos 75.000 etíopes han huido al vecino Sudán, según datos oficiales. Según la ONU, al menos 350,000 personas sufren hambruna en la región.