Raimundo Fitero
DE REOJO

Inmejorable

El descaro con el que se manejan algunos de los tristes personajes de la política de última hora en el campo de la extrema derecha española están alcanzando unas cuotas que nos hace decir a todo pulmón que es inmejorable su desfachatez, su caradura, su sinvergonzonería. Es un auténtico programa de demolición de cualquier noción de la ética política. El chiringuito creado para mantener con sueldo oficial al chaquetero Toni Cantó se sitúa en lo alto de cualquier calificación de actos vergonzantes, de utilización de los recursos públicos para enchufados sin sueldo al que se le coloca en un ente inservible, un lugar para figurar y entrar en nómina.

Si el hecho es deleznable, la excusa es particularmente hiriente porque se llama «Oficina del Español», y nos dice IDA que es para defender el idioma español ya que es una fuente de ingresos, lo que no deja de ser una soplapollez. Cuando se anunció entendí que se trataba de una oficina en el Gobierno de ese panfleto de extrema derecha homónimo que dirige Pedro J. para que pudiera tener mejor acceso a las mentiras oficiales. Como un relámpago me pareció que se trataba de una oficina xenófoba o de ese patrioterismo agreste que se estila en las huestes de la banda de Ayuso, y se defendía al español de Madrid, del vasco, riojano, marroquí, luxemburgués o peruano que tanto abundan en la capital de reino. Al final, parece ser que es un despropósito más de IDA y Casado, porque existe un Instituto Cervantes, que tiene su sede central en Madrid, dependiente de Exteriores y Cultura que hace una labor inconmensurable por todo el mundo.

Algo ha conseguido, que hablemos de una mamandurria concedida a un chaquetero insolvente y los casos de corrupción o los discursos franquistas del hombre insignificante queden tapados. Inmejorable.