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El avance talibán llega ahora a una capital de provincia


Los talibanes dieron ayer un salto cualitativo en la ofensiva que comenzaron en mayo, paralela a la retirada de las tropas de EEUU y la OTAN de Afganistán, y asaltaron una capital provincial, Qala-i-Naw. Horas después de que el Ejército estadounidense anunciara que había completado «más del 90%» de su retirada del país, los talibanes entraron en Qala-i-Naw, de unos 75.000 habitantes, capital de la provincia de Badghis (noroeste).

Hasta ahora, los insurgentes había tomado decenas de distritos y amplias zonas rurales pero aseguraban que no atacarían las capitales para evitar los daños a los civiles y salvaguardar la infraestructura urbana.

El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, reiteró que siguen comprometidos con esa promesa, pero que entraron en Qala-i-Naw para mantener la seguridad «porque las fuerzas de seguridad enemigas ya habían huido».

El ministro de Defensa, Bismillah Mohammadi, admitió que era «una situación militar muy delicada, pero definitivamente la controlaremos». El Ejército dijo haber asegurado la mayoría de las áreas de Qala-i-Naw y que «en las próximas horas» lo haría en su totalidad, aunque los insurgentes se hicieron fuertes en algunos puntos, atacados por aviones y helicópteros. Incluso liberaron a cientos de prisioneros de la cárcel.

La entrada de los talibanes en Qala-i-Naw asesta otro golpe a la moral de las fuerzas afganas ya considerablemente debilitada. A la vez, crece la preocupación en los estados vecinos. Los talibanes controlan ya pasos fronterizos clave en Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán, se movilizaron con el apoyo de Rusia para proteger sus fronteras.