Tan aficionada como es la sociedad estadounidense a batir marcas mundiales, ahora que andamos en vísperas de olimpiadas y para no hablar del Guinness, su demócrata gobierno acaba de pulverizar dos registros mundiales en un solo día «más alto, más lejos, más fuerte». Y cerca ha estado de que fueran tres.

Las marcas las ha homologado la Asamblea General de las Naciones Unidas que por vigésimo noveno año consecutivo (primer récord) ha vuelto a condenar el bloqueo que Estados Unidos impone a Cuba en contra del parecer general.

Desde 1992, ese organismo creado para arbitrar conflictos y fomentar las relaciones de amistad entre las naciones, a resolución por año le ha venido dando la razón a Cuba en lo que ya se ha convertido (segundo récord) en el embargo económico más prolongado de la historia y que ha supuesto para Cuba pérdidas económicas billonarias, además de muertos como consecuencia del único terror que se conoce en Cuba y que es el que impone el régimen estadounidense que, por cierto, aún retiene por la fuerza Guantánamo, un pedacito de Cuba donde tiene montado desde hace casi veinte años un campo de concentración nazi pero a la «americana».

Si en la primera resolución el mundo le dio la razón a Cuba por 59 votos a 3 (se abstuvieron 71 países), Cuba ha ido ampliando con el paso de los años las adhesiones. En el 2002, por ejemplo, Cuba ganó por 173 votos a 3; en el 2007 por 184 a 3, récord que parecía insuperable.

Sin embargo, en el 2018, a falta del tradicional apoyo de las Islas Marshall o Palau, dos colonias con rango de Estado que aún flotan por la Polinesia, Estados Unidos solo tuvo el respaldo de su cómplice perdiendo la resolución por ¡188 votos a 2!

Estaba muy difícil batir el récord, el tercer récord del día, y no pudo ser. Cuba ganó, sí, pero por 184 votos a 2. Algún año, todo puede pasar, tal vez a Estados Unidos se le ocurra abstenerse y solo votará a favor del bloqueo el régimen sionista.

(Preso politikoak aske)