Raimundo Fitero
DE REOJO

Renombrar

Pestañeas y te desorientas. ¿Dónde estamos exactamente en el asunto de la pandemia? Los jóvenes y la inseguridad. Escribo frases que no tienen mucho recorrido ni se fundamentan en otra cosa que en impresiones que se amontonan sin solución de continuidad. Hay que mantenerse con el GPS abierto porque no está claro si existen nuevas variantes del bicho o simplemente se cambian los nombres para entretener a los buscadores de erratas. Ahora escucho y leo que están muy preocupadas por la variante «lambda» que aseguran que es muy similar a la «delta», la preponderante en medio mundo. Renombrar es distanciar, quitarle significado y huir de la estigmatización que puede generar una xenofobia pandémica. La preponderante, que tiene un bonito nombre científico, se conoció como la brasileña, pero eso pareció molestar porque se convertía en un binomio extraño al unirse a Bolsonaro, en estos momentos en un hospital por un ataque de hipo, y se le llamó delta, y ahora esta nueva, o evolución de la anterior, se conocía hasta hace poco como peruana o andina, ya que es mayoritaria en Perú y Chile.

De acuerdo renombramos y nos escondemos, pero estamos con datos de asustar, incidencia abultada, campaña turística, zonas que piden toque de queda, los juzgados convertidos en epidemiólogos y los políticos a granel, demostrando la imperiosa urgencia existente para renombrarlos, porque sobreactúan de tal manera, que no saben decir, ni callar, palabras como dictadura que la ven en unos lugares y en otros no. Me duele Cuba, pero la situación de gran parte de la población desde hace años es bastante insostenible. El bloqueo es demoledor, nadie tiene dudas sobre ello, pero la ineficacia de los burós políticos, contribuyen a que se deteriore tanto la vida y se pierdan por las costuras de la necesidad y el hambre las ilusiones socialistas, que puede pasar cualquier cosa. Tú ya sabes.