La inculpación del ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, que se daba por hecha desde hace días, fue confirmada ayer a la prensa por sus abogados una vez terminado el interrogatorio de seis horas al que fue sometido ante la Corte de Justicia de la República (CJR), el único tribunal que está habilitado en el Estado francés para juzgar a miembros del Gobierno por el ejercicio de sus funciones.

«Era la crónica de una inculpación anunciada», lamentó el abogado defensor Olivier Cousi, que manifestó que la decisión «se había preparado antes del interrogatorio».

Cuando se le preguntó por la continuidad de Dupond-Moretti en su cargo de ministro, Cousi comentó que no ve ninguna razón en contra para ello. Aunque desde el punto de vista jurídico no tiene obligación de dimitir, en el Estado francés existe una «jurisprudencia política» no escrita por la que un ministro que es acusado judicialmente debe dejar el Ejecutivo.

Esa fue también la posición de Emmanuel Macron durante la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2017. Sin embargo, fuentes del entorno presidencial han dado a entender en los últimos días que Macron no quiere que Dupond-Moretti dimita porque sería una forma de ceder a la presión de las tres asociaciones de magistrados que se querellaron en su contra para apartarlo del cargo por sus diferencias en política judicial.

Es más, el primer ministro, Jean Castex, indicó en un comunicado oficial que ha pedido a Dupond-Moretti que «continúe con la reforma y el refuerzo de los medios concedidos al servicio público de la Justicia».

Tras llegar al cargo

La CJR inició el proceso en base a la denuncia de tres sindicatos de magistrados y de la organización anticorrupción Anticor, que reprochan al ministro haberse aprovechado de su cargo –al que accedió el 6 de julio de 2020– para perseguir a tres miembros de la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) con los que estaba en conflicto desde sus tiempos de abogado.

En el centro de este caso está el procedimiento administrativo que encargó contra esos tres magistrados de la PNF que habían abierto una investigación para identificar al «topo» que pudo haber informado de las escu- chas judiciales a las que eran sometidos el expresidente Nicolas Sarkozy y su abogado Thierry Herzog, con quien Dupond-Moretti tiene una estrecha relación.