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El TSE garantiza la limpieza del voto electrónico en Brasil ante nuevos ataques


El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, avalado por todos los jueces que lo han presidido desde 1988, garantizó ayer la transparencia de las urnas electrónicas utilizadas en el país, cuestionada por el presidente, Jair Bolsonaro, que insiste en que se retome el sistema de voto en papeleta, abandonado gradualmente desde 1996.

«Las elecciones libres, seguras y limpias son la esencia de la democracia», y las urnas electrónicas, adoptadas hace más de 20 años, «lograron eliminar un pasado de fraudes electorales que marcó la historia de Brasil», señaló.

Bolsonaro ha llegado a decir que sin voto en papel «no habrá elecciones», previstas para octubre de 2022, mientras su Gobierno impulsa en el Congreso una enmienda constitucional que propone mantener las urnas electrónicas y, en paralelo, usar también las papeletas.

Señaló que ese último sistema permite que el voto sea «auditable», algo que, a su juicio, no ocurre con las urnas electrónicas, sobre las cuales afirma que propician «fraudes» que –sostiene sin pruebas– ocurrieron en anteriores elecciones.

Su presión ha crecido al mismo tiempo que su imagen ha caído en las encuestas, que ya dan como clarísimo favorito para 2022 al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El TSE aseguró que «desde 1996 jamás se documentó ningún episodio de fraude». Aclaró que «las urnas electrónicas son auditables en cada etapa del proceso», mientras que «el voto impreso no es un mecanismo adecuado de auditoría» y el recuento público y manual de unos 150 millones de votos (los que habrá en 2022) «significaría volver al tiempo de mesas que fueron escenario de fraudes generalizados que marcaron la historia de Brasil».