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El salto al vacío de cinco jóvenes simboliza la represión en Myanmar

El salto al vacío de cinco jóvenes que escapaban de las fuerzas de seguridad o la detención de familiares de opositores, incluido un bebé, se han convertido en símbolo de la represión de la junta militar de Myanmar, mientras sigue fracasando la mediación diplomática.


Aunque en un principio varios medios locales indicaron que los cinco jóvenes habían muerto en el acto tras saltar el martes desde la azotea de un edificio de cuatro pisos en Yangon, el diario oficial "Global New Light of Myanmar" señaló ayer que tres de ellos sobrevivieron pese a la gravedad de sus heridas.

Los fallecidos, un hombre y una mujer, escapaban de una redada que se saldó con la detención de otras tres personas bajo la acusación de poseer explosivos y armas de fuego, dentro de una campaña emprendida por los militares en los últimos días.

La crudeza del suceso ha inundado las redes sociales de imágenes y ‘memes’ reivindicativos y se ha convertido en una metáfora de la represión del régimen y del pavor que las fuerzas de seguridad infunden en algunos opositores, dispuestos a jugarse la vida para no caer en sus manos.

En el medio año transcurrido desde que la junta militar tomó el poder con un golpe de Estado, las fuerzas de seguridad han matado a al menos 965 personas, según datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que contabiliza además 7.151 arrestos por motivos políticos.

Dos de esas detenciones han sacudido las conciencias de miles de ciudadanos en los últimos días: la de la joven de 21 años Poe Ei Khine y su bebé lactante por los supuestos vínculos de su marido con grupos opositores a la junta militar.

El esposo, Aung Kyaw Htet, que permanece oculto, relató al diario digital "Myanmar Now" cómo el bebé fue «liberado» a los dos días y está a cargo de su abuela hasta que la madre, retenida bajo el pretexto de que está enferma de covid, sea liberada.

Riesgo de guerra civil

El enquistamiento de la situación desde que los militares, liderados por el general Min Aung Hlaing, tomaron el poder el 1 de febrero, llevó a la enviada especial de la ONU para Myanmar, Christine Schraner Burgener, a advertir del riesgo de guerra civil total si no fructifican los esfuerzos diplomáticos.

«Me preocupa que si este diálogo, que esperamos que pueda empezar la ASEAN, no tiene éxito, se vaya a más y más en dirección a una guerra civil», aseguró en una conferencia virtual desde Suiza, en referencia a la mediación de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, formada por diez países de la región, con los uniformados de Myanmar.