GARA
BEIRUT

La tragedia de otra explosión golpea Líbano, hundido en el colapso y la escasez

La explosión de un tanque de combustible requisado por el Ejército causó al menos 28 muertos en Líbano, aún afectado por la del puerto de Beirut, y que sufre escasez de bienes y servicios básicos, en un colapso económico y social que sigue provocando tragedias.

Al menos 28 personas murieron y decenas resultaron heridas el sábado cuando un tanque de gasolina explotó en el norte de Líbano, donde los residentes intentaban abastecerse de combustible, cada vez más escaso en una situación de grave crisis económica y social.

Ante la desesperación de muchos libaneses, el Ejército había desplegado tropas en estaciones de servicio para requisar el combustible almacenado y repartirlo, tras el reciente anuncio del Banco Central de levantar los subsidios a los combustibles.

Uno de los tanques preparados para la distribución explotó poco antes de las 2.00, hora local, en la región de Akkar. La explosión mató a 28 personas, entre ellas civiles que esperaban los suministros de gasolina, además de soldados.

La tragedia golpea un Líbano aún afectado por la memoria de la del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, con más de 200 muertos, y donde el colapso económico, político y social está provocando graves problemas de seguridad.

En el Hospital Geitawi de Beirut, donde fueron trasladadas nueve personas quemadas, tres de ellas en estado crítico, familiares de los heridos esperaban noticias consternados.

En el hospital de Akkar, a donde también fueron trasladadas decenas de personas quemadas, se rechazó a la mayoría porque no está equipado para tratar quemaduras graves. Los cadáveres carbonizados apenas podían ser identificados.

Líbano, en medio de un colapso económico desde finales de 2019, está sufriendo escaseces de todo tipo, especialmente de combustible, que afectan a la distribución de bienes básicos y al suministro eléctrico, dependiente en buena parte de generadores.

Las reservas del Banco Central se han agotado ya que la libra libanesa ha perdido más del 90% de su valor frente al dólar, lo que hace que los costos de importación sean más onerosos.

La caída se acelera por una crisis política interminable: el país sigue sin gobierno desde la dimisión hace un año del gabinete saliente, a raíz de la explosión en el puerto de Beirut. La clase política profundamente dividida, atrapada en intereses personales y sectarios, no acepta formar un gobierno que lance las reformas que le exigen para desbloquear la ayuda financiera internacional.

Los cortes de energía alcanzan un pico de más de 22 horas diarias y varios establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas por falta de diésel para alimentar generadores privados.

El Hospital de la Universidad Americana de Beirut, uno de los principales centros privados del país, anunció que cesará sus operaciones en 48 horas si no recibía combustible. «40 adultos y 15 niños, con ventiladores, morirán de inmediato. 180 personas que padecen insuficiencia renal morirán por intoxicación en unos días (...). Varios cientos de pacientes con cáncer, adultos y niños morirán en las próximas semanas»,alertó.