21 SET. 2021 GAURKOA No a la universidad elitista Euneiz Iñaki Etaio, Begoña Urbieta, Jorge Revuelta, Rafael Sagastume, Jon González, Jabier Sáenz, Asier Núñez y Xabi Urtasun LAB, Steilas, CCOO, ELA, CGT/LKN, ESK, Consejo de Estudiantes de la UPV/EHUko Ikasleen Kontseilua y Ernai Aunque apenas ha tenido eco mediático, la tramitación de la ley que posibilitará la creación de Euneiz (European University of Gasteiz) continúa adelante. El proyecto de universidad Euneiz está impulsado por la entidad privada Eusteiz 2018 S.A. y promovido por los centros adjuntos de enseñanza catalanes ENTI y EUSES y por las sociedades anónimas deportivas Baskonia y Deportivo Alavés. Esta iniciativa se encuadra en un proyecto mucho más amplio presentado en julio bajo el pomposo nombre de Innovaraba. Dicho proyecto, bajo la denominación Araba Sport Capital, ha sido presentado a los fondos Next Generation EU por parte del Gobierno Vasco con una solicitud de 64 millones de euros (12,5 destinados a Euneiz). También el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación de Araba anunciaron que aportarán 480.000 euros respectivamente para financiar Euneiz. La principales banderas propagandísticas para justificar esta desviación de dinero público son, ¡cómo no!, la creación de puestos de trabajo (433, aunque no se especifica cómo ni dónde) y la aportación al PIB alavés de doce millones de euros anuales. A lanzar estas cifras sí se han atrevido, aunque sin dar más detalles que las justifiquen... Euneiz ofertaría cinco grados, un doble grado y dos másteres en el ámbito de las ciencias del deporte y la salud y en el de nuevas tecnologías (contenidos digitales interactivos, videojuegos...). Dos de esos grados se imparten ya en la UPV/EHU (uno de ellos también en la universidad privada de Deusto) y enseñanzas similares a los otros tres grados se ofertan en otros centros educativos vascos. Por otro lado, la UPV/EHU imparte dos másteres que comprenden los contenidos de los dos másteres que ofertaría Euneiz. La demanda de la sociedad vasca no justifica la creación de estas nuevas titulaciones, además de que su puesta en marcha contradiría la necesaria armonización entre titulaciones recogida en el Decreto 274/2017. La irrupción de Euneiz es una competencia evidente para la universidad pública. Por un lado, para conseguir estudiantes, restando posible alumnado a la UPV/EHU. Por otro lado, para conseguir financiación pública. A la par que la partida de los presupuestos de la CAV destinada a la UPV/EHU es insuficiente para asegurar una enseñanza universitaria de calidad y unas condiciones de trabajo dignas a todo el personal, Euneiz se ha colado ya en el reparto de dinero público y participará aún más en el futuro. Una entidad privada más sustrayendo dinero de todas y todos. Menos mal que el presidente de Euneiz, en su comparecencia ante la Comisión de Educación del Parlamento Vasco, afirmó literalmente que no solicitarán dinero público para desarrollar el proyecto... ¿Para qué solicitarlo si el Gobierno vasco y otras instituciones ya se lo asegurarán? Al hilo del alumnado y la financiación, no podemos dejar de denunciar el carácter elitista de este proyecto. En la comparecencia citada se reconoció que el precio medio de la matrícula de grado sería de 8.000 euros por curso. Si bien, por cuestión de imagen, anunciaron que más adelante concretarán una política de becas, es evidente que las destinatarias de esta universidad serán familias de grandes recursos, con la mirada puesta, en gran medida, en el extranjero. Aunque esté aquí y reciba dinero público, la mayoría de jóvenes vascas y vascos no tendrá oportunidad de estudiar en Euneiz. Pero hay también otros elementos que nos llevan a posicionarnos contra esta iniciativa. El proyecto de ley de creación de Euneiz no especifica qué tratamiento se le otorgará al euskara ni qué presencia tendrá en las titulaciones. Por otro lado, no se ha dado a conocer cuáles serán las condiciones laborales de las y los trabajadores, el régimen de dedicación, los procesos selectivos... Como suele ocurrir en las universidades privadas, se puede prever una alta tasa de temporalidad y de dedicación a tiempo parcial. También es clarificador que todavía no se disponga del listado de profesionales que se dedicarían a la docencia y a la investigación. Entre otros déficits que encontramos en el proyecto están también la falta de concreción sobre las líneas de investigación, el aseguramiento de los indicadores de calidad, la especificación de los órganos de gobierno y representación o la garantía de unas instalaciones adecuadas. Por todo lo señalado, y en vista de la tibia posición del equipo de gobierno de la UPV/EHU frente al Euneiz, los sindicatos y organizaciones juveniles y de estudiantes que firmamos este artículo reafirmamos nuestra oposición a este proyecto. La sociedad vasca necesita una universidad pública de calidad, en constante desarrollo y capaz de responder a las nuevas necesidades, regulada y dirigida desde nuestro propio marco legal y alejada de la mercantilización de la educación. Una universidad pública vasca con condiciones de trabajo dignas y que dote de saber y conocimiento de alto nivel a todas las personas, al margen de su origen y nivel socioeconómico. Sin embargo, una vez más, vemos como, en vez de reforzar la universidad pública, una iniciativa elitista con fines de negocio recibe cobertura de instituciones públicas y algunos partidos políticos. Considerando el apoyo entusiasta del PNV y PP y el alineamiento del PSE con el PNV, entendíamos que los últimos trámites a nivel de Parlamento Vasco tenían el camino desbrozado. Sin embargo, el Real Decreto para regular la creación de universidades que entró en vigor el 18 de agosto haría inviable la creación de Euneiz en los términos planteados, al no cumplir los nuevos requisitos. Pero, más allá de mirar al Parlamento Vasco, es momento de que todos los agentes políticos y sociales que tengan algo que decir sobre este tema aclaren su postura y la hagan pública, ya que, como sociedad, nos afecta a todas y todos. Los y las firmantes de este escrito continuaremos trabajando en la dirección señalada. Es momento de unir fuerzas para exigir la paralización del proyecto Euneiz.