Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Ilesos

Hace unos días una columna de humo surcó el cielo de Hendaia desde la comisaría hasta las primeras nubes que se descolgaban tierra adentro. Pero no, no era la sede de la policía la que ardía sino la cárcel para inmigrantes sin papeles que, con el eufemístico nombre de Centro de Retención, se construyó al lado para aprisionar a aquellas personas a las que la justicia administrativa francesa decide expulsar del hexágono..

Las llamas las prendó al parecer uno de los inquilinos que por lo visto prefería inhumarse a regresar a la tierra de la que huyó. Pero como la humareda esconde el fuego, París no pregunta por las circunstancias, mucho menos se cuestiona su responsabilidad. Simplemente despeja la equis de una ecuación reducida a cenizas hace ya mucho tiempo; ni libertad, ni igualdad ni mucho menos fraternidad: nacionalismo del más rancio al servicio de un sistema económico que sólo cree en sí mismo y en el que las banderas no son ni trapos de colores sino trozos de tela de un blanco nuclear en el que el capital escribe con trazos gruesos su ley y su trampa, y con los que se aventa el fuego que va calcinando los derechos fundamentales que un día pensamos inquebrantables y que hoy van convirtiéndose en rescoldos y en humo, como el que surcó el cielo de Hendaia desde el Centro de Retención. Todos ilesos, sí, pero a saber quién estaba dentro y qué ha sido de ellos.