El Parlamento salido de las elecciones legislativas del sábado en Islandia tendrá mayoría de mujeres, lo que ocurre por primera vez en este país de 370.000 habitantes, como destacaban ayer los medios locales tras finalizar el recuento de votos. De los 63 escaños que componen el Alþingi, 33 serán ocupados por mujeres, el 52,4%, según informó la televisión pública Rúv, y los 30 restantes, por hombres.

El conservador Partido de la Independencia, ganador de los comicios, aporta siete parlamentarias, una más que el Partido Progresista y el Movimiento de Izquierda Verde, fuerza esta presidida por la actual primera ministra, Katrín Jakobsdóttir. Habrá también cinco diputadas socialdemócratas, cuatro del Partido Pirata, tres del Partido Reformista y dos del Partido del Pueblo (antiinmigración). Aunque algunos partidos reservan un mínimo de puestos en sus listas a las mujeres, ninguna ley impone una cuota en las elecciones legislativas.

Hasta ahora, ningún parlamento estatal de Europa había superado la barrera simbólica del 50% de diputadas. Suecia ocupaba la primera plaza con el 47%, según datos recogidos por el Banco Mundial. En ese ránking, la primera posición es para Ruanda (61%), seguida de Cuba (53%). La media de la Unión Europea se queda en el 32%.

Incierta coalición

La inédita coalición que ha gobernado desde 2017, formada por conservadores, progresistas y rojiverdes, ha reforzado su mayoría, pero la caída del Movimiento de Izquierda Verde plantea dudas sobre su futuro en esa constelación, en la que podría entrar en su lugar alguna formación de centro.

El Partido de la Independencia fue el más votado con el 24,4% de los votos, seguido por el Partido Progresista, con el 17,3%, y el Movimiento de Izquierda Verde, con el 12,6%.

Aunque no es seguro que estas tres formaciones sigan gobernando juntas y pese a que las negociaciones suelen ser tradicionalmente largas, con estos resultados Islandia parece alejarse del escenario de bloqueo político que muchos analistas temían antes de los comicios.