29 SET. 2021 EDITORIALA El fin de las restricciones apela a la prudencia EDITORIALA El próximo viernes 1 de octubre, el Gobierno de Nafarroa pondrá fin a las restricciones aprobadas para frenar la expansión de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, aunque algunas medidas, como el uso de la mascarilla en interiores y las recomendaciones sobre ventilación o limpieza de manos, se mantendrán. La lehendakari de Nafarroa, Maria Chivite, anunció asimismo que cambiarán los protocolos de los centros educativos de Primaria sobre el modo de actuar ante casos de covid-19 y aseguró que se retomarán las consultas presenciales en Atención Primaria, recuperando los niveles que tenían antes de la pandemia. La baja tasa de incidencia de la enfermedad permite relajar las medidas vigentes hasta ahora, algo esperado por todo el mundo y que sin duda es una buena noticia. No obstante, la resolución del Gobierno de Nafarroa puede dar a entender que la crisis ya está superada y que no existen razones para preocuparse más. Sin embargo, lo cierto es que hasta ahora a todas las decisiones de relajar las restricciones les ha sucedido una nueva ola de contagios. De hecho, en China por ejemplo, cada nuevo positivo detectado, aun hoy, ponen en marcha un riguroso protocolo para aislar a todos los posibles infectados. Las celebraciones tendrán, probablemente, que esperar; el fin de las restricciones debería ir acompañado con un llamamiento para actuar con prudencia, sensatez y buen juicio. Por otra parte, independientemente de que se haya superado la pandemia o no, lo cierto es que las consecuencias que deja siguen muy presentes en nuestra sociedad. De hecho, y por desgracia, continuarán condicionando durante bastante tiempo la vida social. Ahora que los enfermos han disminuido significativamente, tal vez haya llegado el momento de prestar más atención a todos esos efectos que ha dejado el coronavirus. Una tarea que atañe a la Administración pública, pero también a unas redes comunitarias que es el momento de reconstruir y fortalecer.