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PARÍS

Nicolas Sarkozy recibe la segunda condena por corrupción en siete meses

El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido sentenciado a un año de prisión por el financiamiento ilegal de su campaña electoral de 2012, la segunda condena por corrupción en siete meses.

Nicolas Sarkozy fue sentenciado ayer a un año de prisión por el financiamiento ilegal de su campaña presidencial de 2012. Hace siete meses, ya se convirtió en el primer expresidente de la V República en ser sentenciado a una pena de tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias en el asunto de las escuchas telefónicas.

Al igual que hizo entonces, Sarkozy, apelará lo que deja ambas en suspenso.. El exjefe de Estado no estuvo presente para escuchar la sentencia, que fue recibida con un murmullo generalizado en la sala y que impone una pena más severa que la exigida por la Fiscalía. El tribunal pidió que se aplicara directamente la reclusión en domicilio bajo vigilancia electrónica, justificada por los jueces por la «condición» del acusado

«La sentencia pronunciada es el máximo de la sentencia incurrida. El presidente Sarkozy nunca ha pedido ser tratado mejor que otros, pero no tiene ninguna razón para estar peor», subrayó su abogado, Thierry Herzog.

En su sentencia, el tribunal consideró que el expresidente (2007-2012) había continuado con sus mítines electorales, grandes espectáculos audiovisuales que exigían mucho dinero, «solicitando uno por día», a pesar de que «había sido advertido por escrito» del riesgo de exceso legal del gasto, y luego de un exceso real.

«No era su primera campaña, tenía experiencia como candidato, un conocimiento de la ley» y conocía el tope legal de los gastos autorizados, pese a lo cual, «de manera deliberada no ejerció ningún control sobre los gastos incurridos», insistió la presidenta del tribunal, Caroline Viguier.

Los gastos ascendieron a un total de 42,8 millones de euros, casi el doble del techo legal en ese momento. Otros 13 acusados, ex ejecutivos de la campaña y la UMP (ahora Les Rèpublicains) y la empresa Bygmalion que organizó los mítines, fueron culpados por el sistema de doble facturación elaborado para ocultar los gastos de campaña atribuyéndolos a la UMP.

«Fabricaron documentos falsos», «validaron facturas falsas» o «participaron en la preparación de una cuenta de campaña falsificada», señaló el tribunal.

El día de su interrogatorio, el único que acudió al juicio, Nicolas Sarkozy lo había negado todo por completo. «Hubo facturas falsas y acuerdos ficticios, es cierto pero el dinero no estaba en mi campaña, de lo contrario se habría visto», afirmó, creyendo que Bygmalion –fundada por personas muy cercanas a su rival Jean-François Copé– se había aprovechado de su campaña.

Sarkozy aún debe afrontar un juicio más. En 2018 fue inculpado por la financiación ilícita con dinero del régimen de Muamar Gadafi de su campaña presidencial de 2007, la que le llevó al Elíseo.