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barcelona

Marchas independentistas contra la desmovilización

Miles de personas participaron ayer en las tres marchas organizadas por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en el cuarto aniversario del referéndum del 1-O, con el propósito de luchar contra la desmovilización y reiterar el objetivo de «hacer la independencia». Las marchas pasaron por algunos de los lugares emblemáticos de la votación de 2017 y escenarios de la violencia policial para subrayar que «la gente no tuvo miedo».

Varios miles de personas participaron ayer en las tres marchas convocadas por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en distintos puntos de Catalunya para reivindicar el referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017 y la posterior huelga general del 3 de octubre de aquel mismo año.

A las 8.00 comenzó en Sant Julià de Ramis (Girona) la marcha que partió desde el punto en el que el president Carles Puigdemont debía votar hace cuatro años en el referéndum. En aquel lugar, las fuerzas de seguridad cerraron el colegio electoral, el pabellón municipal de Sant Julià de Ramis, instantes antes de su apertura,

El recorrido de esta Marxa Nord transcurrió por Sarrià de Ter, Girona y Vilablareix hasta llegar a Aiguaviva, otro punto emblemático por las cargas policiales. En ella participaron el presidente Quim Torra y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, quien hizo un llamamiento contra la desmovilización del independentismo y señaló que el acto de ayer «no es tanto una conmemoración nostálgica, sino el deber al que obliga a todos el 1-O, que es hacer la independencia».

Paluzie reconoció que es «evidente» que la situación actual no es la de entonces y la definió como la de una «movilización que lo que hace es luchar contra la desmovilización».

«También contra esta pretendida seudonormalidad en la que nos quieren instalar», añadió para recordar que los puntos por los que transcurrió la marcha fueron lugares destacados por la violencia de la intervención policial en los municipios vecinos de Girona y Aiguaviva.

Imágenes de violencia policial

Aquellas imágenes «dieron la vuelta al mundo», señaló, aunque advirtió de que no se trata de «recrearse en esa violencia, si no de poner en valor que la gente no tuvo miedo, que continuó en las escuelas y que ellos no consiguieron su objetivo y perdieron». «No es tanto una conmemoración nostálgica, sino el deber al que nos obliga a todos el 1-O, que es a hacer la independencia», subrayó, para reiterar que la movilización «de hace cuatro años era otra cosa».

«Un referéndum acordado de autodeterminación y tutelado internacionalmente sería ideal, es lo que el independentismo ha reclamado siempre, lo ha hecho hasta diecisiete veces en el Congreso, pero nos han dado con la puerta en los morros suficientes veces como para que seamos realistas, sepamos que no pasará y que hay que trabajar y luchar por las alternativas», añadió la presidenta de la ANC.

Tras 14 kilómetros de recorrido, la marcha finalizó con un acto político en Aiguaviva.

Previamente, había partido la Marxa de Ponent, a las 6.00 desde cerca de Fraga para dirigirse a Lleida pasando por Alcarràs. Precisamente, a la altura de este municipio leridano se unió a la protesta otro grupo de manifestantes para dirigirse, conjuntamente, hasta la Escuela Oficial de Idiomas de Lleida, donde se celebró el acto final.

La Guardia Civil identificó a algunos de los participantes en esta marcha poco antes de comenzar y les advirtió de que serían sancionados, según la ANC.

La tercera y última marcha –la Marxa Centre– salió a las 14.00 de la plaza Parroquial de Vinarós (Castellón) y se dirigió, vía Alcanar, a Sant Carles de la Ràpita (Tarragona), a unos 21 kilómetros de distancia.