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Argel responde a Macron y veta su espacio a aviones militares franceses

Argelia ha llamado a consultas a su embajador en París y ha vetado su espacio aéreo a los aviones militares franceses que operan en el Sahel como respuesta a las declaraciones de Emmanuel Macron en las que aseguró que el país se construyó sobre «una renta de memoria mantenida por el sistema político-militar».


Las relaciones entre París y Argel se tensan a medida que se acerca el 60 aniversario del fin de la guerra de Argelia y de su independencia. Argel rechazó ayer las «irresponsables declaraciones» del presidente francés, Emmanuel Macron y, después de haber llamado a consultas a su embajador en París el viernes, prohibió que aviones militares franceses sobrevuelen su territorio. Macron había afirmado que tras su independencia, el país se construyó sobre «una renta de memoria», mantenida por el «sistema político-militar», según declaraciones transcritas por “Le Monde”, durante un intercambio con una veintena de descendientes de protagonistas de la guerra (1954-1962).

«Esta mañana, al presentar los planes de vuelo de dos aviones, nos enteramos de que los argelinos cerraban su territorio a los aviones militares franceses» que suelen utilizar el espacio aéreo argelino para llegar al Sahel, señaló el portavoz del Estado Mayor, coronel Pascal Ianni.

Aunque aún no había recibido ninguna notificación oficial, Ianni indicó que afectará muy poco a las operaciones en el Sahel e indicó que «es ante todo una cuestión diplomática».

Sin embargo, esta prohibición se produce en una delicada fase logística para el Ejército francés, que ha comenzado una reorganización de su despliegue en la franja sahelosahariana, y en particular en el norte de Mali, donde está en el proceso de abandonar las bases militares más septentrionales y de reducirá el número de tropas a 2.500 o 3.000, frente a los más de 5.000 con que cuenta hoy.

Según el artículo de “Le Monde” que encendió la pólvora, Macron habría evocado «una historia oficial completamente reescrita que no se basa en verdades» sino en «un discurso basado sobre un odio a Francia».

Argelia declaró que estos comentarios «son un ataque intolerable a la memoria de los 5,63 millones de valientes mártires que sacrificaron sus vidas en su heroica resistencia a la invasión colonial francesa y en la gloriosa revolución de liberación nacional».

Macron habría asegurado además tener «un buen diálogo con el presidente Tebboune», al que ve «atrapado en un sistema que es muy duro».

La Presidencia argelina expresó su «rechazo a cualquier injerencia en sus asuntos internos» y anunció la «retirada inmediata para consultas» de su embajador en París.

La última crisis de este tipo data de febrero de 2005, cuando el Parlamento francés aprobó una ley que reconoce «el papel positivo de la colonización». A pesar de su posterior derogación, provocó la anulación de un tratado de amistad. En mayo de 2020, el embajador argelino en París fue llamado por la emisión de un documental sobre las protestas en Argelia.

La política exterior francesa también choca con Argel en el asunto del Sahara Occidental, donde París es el principal protector de la monarquía marroquí y la ocupación. Precisamente, también la tensión entre Argelia y Marruecos va en aumento. Argel ha cerrado su espacio aéreo a los aviones marroquíes y ha cortado el flujo de gas a través del gasoducto que atraviesa Marruecos hacia Europa.