El partido gobernante en Japón que lidera el primer ministro, Fumio Kishida, se aseguró ayer una nueva mayoría parlamentaria que le permitirá seguir en el poder, aunque la formación conservadora perdió fuerza respecto a los anteriores comicios.

El Partido Liberal Democrático (PLD) de Kishida logró al menos 246 de los 465 escaños de la Cámara Baja del Parlamento con un 90% del voto escrutado, con lo que retiene la mayoría absoluta, según los últimos datos disponibles de los comicios generales celebrados ayer.

Pese a que el recuento apunta a que el PLD verá mermada su presencia parlamentaria respecto a la anterior legislatura, en la que tenía 276 escaños, el partido gobernante se garantiza un cuarto mandato consecutivo junto a su socio de coalición, el budista Komeito.

Un par de horas después del cierre de las urnas, Kishida afirmó que los votantes «le han dado la confianza» para seguir gobernando, dando por hecha su victoria a falta de que concluyera el recuento y se anunciaran los resultados oficiales.

El esperado desgaste del Gobierno a raíz de la pandemia y la unión de varias de las principales fuerzas de la oposición son los dos factores que han lastrado al PLD y han permitido ganar terreno a la alianza formada por ka principal fuerza opositora, el Partido Constitucional Democrático de Japón, y otras cuatro formaciones de centro-izquierda, entre ellas el Partido Comunista.

Kishida sucedió en el poder a Yoshihide Suga, quien decidió no presentarse a la reelección debido a una crisis de popularidad causada por su gestión de la pandemia, y buscaba el respaldo de los nipones en las urnas.