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COP26

Guterres insta a dejar de «matarnos a nosotros mismos con carbono»

Solo 24 horas después de que el G20 alcanzara un acuerdo para fijar el límite máximo del calentamiento global en 1,5 grados, aunque sin compromisos concretos, el secretario general de la ONU advirtió de que «aunque las promesas sean reales y creíbles, aún estamos acercándonos a una catástrofe». Antonio Guterres emplazó a los líderes reunidos en Glasgow: «Basta de matarnos a nosotros mismos con carbono, basta de tratar a la naturaleza como una letrina».


Aunque la COP26 empezó oficialmente el domingo en el Scottish Event Campus (SEC), la mayoría de los 25.000 delegados asistentes llegó ayer a Glasgow, coincidiendo con el inicio de una reunión de dos días entre jefes de Estado y de Gobierno que debe marcar la agenda política, tras lo cual seguirán las negociaciones hasta el 12 de noviembre. Una circunstancia que el secretario general de la ONU aprovechó para emplazar a la comunidad internacional a que se comprometa a recortar las emisiones de CO2 en al menos un 45% para 2030 y evitar así «cavar nuestra propia tumba».

«Es el momento de decir basta. Basta de brutalizar la biodiversidad, basta de matarnos a nosotros mismos con carbono, basta de tratar a la naturaleza como una letrina», dijo Antonio Guterres en la inauguración del encuentro entre los líderes.

En este sentido, llamó a acabar con «nuestra adicción a los combustibles fósiles, que está llevando a la humanidad al límite» y subrayó que «los recientes anuncios climáticos pueden dar la impresión de que estamos dándole la vuelta», pero advirtió de que «esto es una ilusión», ya que, de mantener el ritmo actual, el planeta se dirige hacia un aumento de las temperaturas de 2,7 grados a final de siglo.

«Aunque las recientes promesas sean reales y creíbles, y hay serias dudas sobre algunas de ellas, estamos aún acercándonos a una catástrofe. En el mejor escenario, las temperaturas subirán muy por encima de los dos grados», agregó el secretario general de las Naciones Unidas.

Sus declaraciones llegaron justo al día siguiente de que los países que conforman el G20 acordaran fijar en 1,5 grados el techo máximo de calentamiento global, pero sin concreciones ni compromisos, y las palabras del político luso parecieron una respuesta a los países más ricos.

Draghi: más allá del G20

Precisamente, en ese mismo foro, el jefe del Gobierno italiano, Mario Draghi, emplazó a los 120 líderes mundiales reunidos en Glasgow a «ir más lejos» de los compromisos adquiridos por los países del G20 en su reunión de Roma el pasado fin de semana. «Aquí, en la COP26, debemos ir más lejos de lo que lo hicimos en el G20. Necesitamos acelerar nuestro compromiso para mantener el alza de las temperaturas por debajo de 1,5 grados», expuso el mandatario italiano, cuyo país es coorganizador de la cumbre del clima. «Necesitamos construir sobre lo acordado en el G20 y actuar más rápido y más decididamente», dijo.

A juicio del antiguo responsable del Banco Central Europeo, ahora «hay que usar los recursos» puestos a disposición por el sector privado y «encontrar una forma inteligente para gastarlos». «Necesitamos, ante todo y sobre todo, que todos los bancos multilaterales de desarrollo puedan hacer que todo este dinero se use por una buena causa», apostilló, y recordó las palabras de Boris Johnson de que «el dinero no es una preocupación si queremos usarlo bien».

Y es que Johnson, encargado de inaugurar la conferencia, fue el primer mandatario en tomar la palabra ante los demás jefes de Estado y de Gobierno. Según indicó, «si fracasamos –en esta cumbre–, nuestros hijos no nos perdonarán. Nos juzgarán con amargura, y tendrán razón».

Sin embargo, no son pocas la voces que han reprochado a su Ejecutivo no haber hecho el trabajo previo necesario para que la cumbre comenzara con un nivel de compromisos más alto.

Con todo, en una intervención muy de su estilo, el premier recurrió a la figura del «hijo más ilustre de Escocia», el espía James Bond –una alusión que sin duda no habrá sentado bien a no poca gente en Glasgow y en el resto del país anfitrión–, para hacer una analogía entre sus aventuras de la ficción dirigidas a salvar el mundo y la amenaza real para el planeta que supone el cambio climático por la acción humana. «Estamos casi en la misma posición que James Bond, excepto que la tragedia es que esto no es una película y la cuenta atrás para el día del fin del mundo es real y el reloj está sonando», señaló al respecto.

«Con dos grados más, pondremos en riesgo el suministro de alimentos. Con tres grados más, habrá más incendios descontrolados y cinco veces más sequías. Con cuatro grados más, diremos adiós a ciudades como Miami o Alejandría», añadió Johnson, quien recordó que «estaba en París hace seis años cuando acordamos las cero emisiones y limitar el calentamiento a 1,5 grados», pero sostuvo que «esas promesas no serán más que bla bla bla si no hacemos de esta COP26 el momento de ser realistas sobre el cambio climático».

Rusia: hasta el 2% del PIB

Lo que ocurra en estos dos días determinará en gran medida las opciones de un resultado exitoso de la COP26, en la que, de momento, ha habido declaraciones grandicoluentes, pero pocas concreciones. Por eso llamó la atención que Rusia anunciara que invertirá entre un 1,5% y un 2% de su PIB en reducir en un 80% sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2050 en comparación con los niveles de 1990, según la nueva estrategia adoptada ayer mismo por el Gobierno coincidiendo con la cumbre del clima.

El primer ministro, Mijaíl Mishustin, anunció tras reunión del Gabinete el visto bueno a la “Estrategia para el desarrollo socioeconómico de Rusia con un nivel bajo de emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2050”, elaborada por orden del presidente, Vladímir Putin, que confirmó que no asistirá a la conferencia de Glasgow. En virtud del plan, Rusia quiere «reducir sus emisiones hasta 2050 en un 60% en comparación con los niveles de 2019 y en un 80% desde los de 1990», explicó el Ejecutivo en un comunicado, en el que se añadía que la aplicación del plan permitirá al gigante euroasiático alcanzar la neutralidad de carbono en 2060.

«La implementación de esta estrategia requerirá inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de alrededor del 1% del PIB entre 2022 y 2030 y de entre el 1,5% y el 2% entre 2031 y 2050», indicó el Gobierno ruso, y detalló que entre las acciones de descarbonización previstas, figuran medidas de apoyo a la introducción e implantación de tecnologías bajas en carbono o libres de carbono, el estímulo a fuentes energéticas secundarias o cambios en las políticas fiscales, aduaneras y presupuestarias.

Panamá, Bután y Surinam, tres países con «carbono negativo»

El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, subrayó que su país es uno de los tres en todo el mundo cuyas emisiones son «carbono negativo», junto a Bután y Surinam. De 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas, solo estos han presentado sus emisiones como carbono negativo, lo que les sitúa, a juicio del mandatario, como pioneros en la lucha contra el cambio climático. «En esta cumbre, algunos países han compartido sus planes para ser carbono neutrales para 2030, otros para 2050. Nosotros en Panamá ya logramos ser carbono negativo», incidió.

Esto significa que «los bosques de Panamá absorben más carbono» del que emite el país, lo que refleja, en palabras de su presidente, que el Gobierno panameño ha entendido «que lo que es bueno para Panamá también es bueno para el planeta».

«Panamá ha logrado ser carbono negativo con acciones concretas y esto es lo que la Madre Tierra necesita de los países desarrollados, la ejecución de acciones concretas», declaró Cortizo, quien lamentó que, pese a ello, no haya recibido «nada» de los 100.000 millones comprometidos por los países ricos para ayudar a los estados en vías de desarrollo a combatir el cambio climático. «Estamos una vez más hablando de fondos que deben ser destinados a incentivar a los países que lo hacen bien. ¿Qué respuesta concreta le va a dar esta cumbre a países como el nuestro, que no se quedan en discursos sino que toman acciones concretas?», preguntó.GARA

India atrasa a 2070 el objetivo de alcanzar la neutralidad

Narendra Modi, primer ministro indio, se comprometió ayer a que su país alcance el nivel de cero emisiones netas de carbono en 2070, dos décadas después de lo que pide la cumbre. Esta es la primera ocasión en la que la India, un país con cerca de 1.400 millones de habitantes, se marca un plazo para la neutralidad de carbono, aunque su meta se sitúa veinte años por detrás del objetivo general de Glasgow, que apuesta por avanzar la reducción a 2050 para que la temperatura global no suba más de dos grados. En un discurso ante el plenario de líderes reunidos, Modi anunció asimismo que la India aspira a que el 50% de su consumo energético provenga de fuentes renovables en 2030.GARA