Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Más respuesta en la grada al Maccabi que en la pista

Los hebreos ganaron por tercer año seguido en Gasteiz frente a un Baskonia con ganas, pero insuficiente.

BITCI BASKONIA 69

MACCABI 87


«Indar Baskonia Hintxa Taldea» arrancó el partido ante el Maccabi con banderitas palestinas y cantando «¡Maccabi fuera de Europa!» y «Palestina Askatu!». Lo cierto es que Bitci Baskonia le echó voluntad, pero es que el Maccabi halló más resistencia en el graderío –y eso que solo asistieron 7.284 espectadores– que en la pista, al punto de pasar sobre los gasteiztarras por tercer año seguido, y sin que Wilbekin anotara un solo punto y acabó tocado.

Le costó un cuarto entero a Saski Baskonia meterse en la vorágine del partido. El 14-21 con el que acabó el primer cuarto tuvo una sensación de inercia bastante preocupante, con el Maccabi dominando sin necesidad de gastar personales y bastándose con un motivado Derrick Williams y Jalen Reynolds para adquirir ventaja en el marcador, una ventaja que casi nunca abandonó.

Ese «casi» duró dos minutos mágicos. Los de Dusko Ivanovic encadenaron un parcial de 13-0, con cuatro triples que se repartieron Costello, Enoch y Fontecchio, este con tiro libre adicional, que puso un 27-21 que encendió a un Buesa Arena voluntarioso, pero a verlas venir.

Por desgracia, la alegría duró poco. A pesar de que Wilbekin, que además sufrió un golpe, jugó muy bien vigilado por los de Ivanovic, el cuadro macabeo reaccionó con un parcial de 0-14, con Nunnally y Reynolds siendo los principales ejecutores. Los gasteiztarras, en cambio, languidecían en ataque sin el acierto triplsta del inicio del segundo asalto, hasta que el técnico local paró con un tiempo muerto.

El regreso de Granger le hizo mucho bien al ataque gasteiztarra, pudiendo desatascar su producción de puntos. No obstante, la defensa seguía siendo insuficiente y la sangría en el rebote, demasiado habitual. Ante Zizic sacó brilló a los fundamentos técnicos unidos a sus 216 centímetros, mientras que Derrick Williams cerró el segundo cuarto dejando el marcador en 35-44, muy cuesta arriba para los de Dusko Ivanovic.

Empuje sí, pero no basta

Los gasteiztarras regresaron de los vestuarios con más empuje, tratando de cargar el rebote en ataque, sobre todo de la mano de Wade Baldwin.

Pero cuando al base norteamericano se le acabó el gas, el conjunto hebreo consolidó su ventaja sobre la decena de renta, y tras alcanzar el final del tercer asalto con 54-63 en el luminoso, los de Ioannis Sfairopoulos rompieron el partido con un parcial de 2-10, con Ante Zizic, Evans y Nunnally uniéndose a Derrick Williams y Reynolds en un último cuarto en el que la renta macabea llegó hasta los 20 puntos de forma esporádica.

En los últimos minutos, con el pescado ya vendido, los de Dusko Ivanovic siguieron luchando hasta el final. Una actitud encomiable, pero el Maccabi tuvo más resistencia en la grada que sobre el parqué.