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BUENOS AIRES

Férnandez ofrece diálogo a la oposición tras el revés electoral

El presidente argentino, Alberto Fernández, tendió la mano del diálogo a la oposición para una «nueva etapa», después de que al coalición oficialista Frente de Todos perdiera el control de ambas cámaras del Parlamento en las legislativas parciales del domingo.

La coalición Frente de Todos del presidente Argentino, Alberto Fernández, tendrá en la Cámara de Diputados 119 escaños frente a los 116 de la derechista Juntos por el Cambio, con lo que pierde la mayoría de 129 escaños y obligará al oficialismo a negociar sus proyectos de ley en los dos años que restan de la legislatura del presidente, Alberto Fernández. Asimismo, en el Senado, según proyecciones, pasaría de 41 senadores (de un total de 72) a 35. Es la primera vez, desde el retorno de la democracia en 1983, que la corriente peronista pierde el Senado.

Más de 34 millones de argentinos estaban llamados a elegir en las urnas 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 del Senado.

A la espera de cifras definitivas, la coalición peronista, aunque minoritaria, seguirá siendo el grupo líder en ambas cámaras, pero pierde terreno frente a la coalición de derecha Juntos por el Cambio del expresidente Mauricio Macri.

Los comicios eran considerados un plebiscito al presidente, que, tras el revés, anunció el inicio de una «nueva etapa» marcada por «la recuperación económica, el fortalecimiento de los ingresos, la reducción de la inflación y la creación de empleo».

Y para ello pidió «una relación fructífera» del Gobierno con el Parlamento, y aseguró que se acercará a otras fuerzas políticas para «acordar una agenda tan compartida como sea posible».

A la vez, demandó «una oposición responsable, abierta al diálogo y patriótica». «En esta nueva etapa debemos priorizar los acuerdos nacionales. Si queremos resolver los desafíos los que nos enfrentamos, necesitamos consensos», insistió.

Firmeza ante el FMI

A pesar de todo, Fernández subrayó que mantiene «la firmeza necesaria para defender los intereses» del país con miras a un «acuerdo viable» con el FMI, al que Argentina debe devolver a partir de 2022 más de 19.000 millones de dólares, de los 44 de un préstamo otorgado bajo la presidencia de Macri.

«Necesitamos disipar las incertidumbres asociadas con deudas insostenibles como esta. Negociar no ese obedecer», afirmó, subrayando que en ese acuerdo no renunciará a «los principios de crecimiento económico e inclusión social». Argentina ha entrado nuevamente en la senda del crecimiento en 2021 (se espera un 9%), después de tres años de recesión y un fuerte impacto socioeconómico de la pandemia.

Pero aún se enfrenta a una inflación galopante (41,8%), con más del 40% de su población afectada por la pobreza. En los colegios electorales, el poder adquisitivo y la economía estaban en la mente de muchos al depositar su voto, ya fueran peronistas o macristas.

Pero para dar cualquier paso relevante, el Gobierno ve su margen de maniobra muy reducido hasta las elecciones presidenciales de 2023, obligado a políticas consensuadas o a recurrir a decretos.

Según el politólogo Raúl Aragón, de la Universidad de Matanza, el Ejecutivo «tendrá que negociar ley por ley», pero la oposición entrará en el juego «para no parecer antidemocrática» antes de las presidenciales. «Los próximos dos años van a ser difíciles», auguró Macri, asegurando que su coalición se comportará «con gran responsabilidad» con la esperanza de volver al poder.

Juntos por el Cambio venció en 12 de los 24 distritos, frente a las nueve provincias en las que ganó el oficialista Frente de Todos. En el caso del Senado, el oficialismo solo lideró dos de las ocho provincias a las que correspondía elegir representantes, mientras que en las otras seis la principal coalición opositora fue la más votada.