Eneko Andueza (Eibar, 1979) arrasó en las elecciones internas para sustituir a Idoia Mendia en el cargo de secretario general del PSE del 30 de octubre, y este fin de semana afronta el congreso en el que el partido certificará su elección y bendecirá el nuevo equipo del que se va a acompañar para liderar la formación, y en el que es seguro que continuará el secretario de Organización y también eibarrés, Miguel Ángel Morales.

Toda la estrategia de este congreso y esta sucesión está planteada bajo la consigna central de «un nuevo comienzo», que es precisamente su lema. Y aunque pudiera ser de forma meramente propagandística, el eje de esa idea se está sustanciando en la posibilidad de que Andueza pudiera en algún momento sustituir la histórica estrategia de alianzas con el PNV, por otras fórmulas que miren hacia la izquierda.

Pero los datos apuntan a que el camino que van a emprender Eneko Andueza y su nuevo equipo no va a ser fácil. A pesar de que al PSE le gusta en sus intervenciones y en sus documentos, como el “Informe de Gestión” de la Comisión Ejecutiva que se presentará a este congreso, resaltar su presencia en el Gobierno de Lakua, las tres diputaciones y los ayuntamientos de las capitales, lo cierto es que lo hace desde posiciones débiles, gracias al rescate jeltzale y a pesar de la diferencia en la correlación de fuerzas entre los dos integrantes de la coalición.

Resulta llamativo que cuando se le plantea al PSE la posibilidad de buscar alianzas de izquierda, se hable como si las fuera a encabezar, cuando hoy por hoy está muy lejos de ser el partido más votado de ese sector, por mucho que en el anterior congreso, en 2017, el PSE se fijara como «principal objetivo» «asumir el liderazgo de los progresistas de este país».

Menos votos que nunca

El PSE obtuvo en las últimas elecciones autonómicas de 2020 122.248 votos y en las anteriores de 2016 fueron 126.420. Son las dos peores cifras de toda su historia, tanto en término absolutos como porcentuales. Baste recordar que Patxi López sumo 318.112 en 2009, y aunque tras su paso por Ajuria Enea perdió una tercera parte de ellos, dejó al PSE en 2012 con 212.809 papeletas. Muy por encima de las cifras actuales.

Esa es la base realista con la que Eneko Andueza debe contar para su «nuevo comienzo», teniendo además en cuenta que los malos números actuales del PSE coinciden con que el PSOE está en la Moncloa, lo que históricamente tirado hacia arriba de los resultados en la CAV.

Arropado por Pedro Sánchez

En todo caso, el congreso de este fin de semana evidenciará el apoyo con el que Eneko Andueza cuenta en la cúpula del PSOE. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, compartirá estrado con él mañana, cuando sea oficialmente proclamado.

Además, pasarán por el Euskalduna de Bilbo los ministros José Manuel Albares y Diana Morant; el secretario de Organización, Santos Cerdán; la portavoz en el Congreso, Eva Granados; las presidentas de Nafarroa y La Rioja y el de Asturias, María Chivite, Concha Andreu y Adrián Barbón, respectivamente; y el secretario general del partido en Castilla y León, Luis Tudanca. Además de líderes de CCOO y UGT.

Mendia dice irse «con los deberes bien hechos» y «orgullosa»

Idoia Mendia, que dejará oficialmente de ser secretaria general del PSE este fin de semana, afirmó ayer que abandona este cargo «con los deberes bien hechos» y «orgullosa» de la trayectoria en los siete años en los que ha dirigido la organización.

Según explicó en una entrevista en Radio Euskadi, «nunca ha estado sobre la mesa» la posibilidad de que continúe en la Ejecutiva que ahora liderará Eneko Andueza. A su entender, «cada secretario general tiene que hacer su equipo y, además, es bueno que marque distancias incluso físicas». Por su parte, ella, desde la Secretaría de Estudios y Programas del PSOE, estará «al servicio» del nuevo secretario general de la CAV.

Sobre las futuras políticas de alianzas, Idoia Mendia afirmó que «cada elección tira los dados» y su formación tiene «vocación de ser partido de gobierno y de amplias mayorías» y va «a por todas» en cada comicio, pero «al día siguiente» los encara con «vocación de servicio a la ciudadanía y afán de buscar acuerdos» porque es «la única manera de hacer políticas útiles». En este sentido, criticó a quienes «vienen a la política para abstenerse» o hacer «peticiones que saben inalcanzables».

También indicó que «habrá que ver» las posibilidades de alianzas tras las municipales y advirtió, en relación a un posible pacto de formaciones de izquierdas, porque «los partidos que dicen ser de izquierdas tienen a veces unas querencias bastante identitarias y alejadas de las demandas de los ciudadanos».

Mendia defendió los pactos que el PSE ha mantenido durante estos últimos años con el PNV. Manifestó que «acordar sobre políticas que benefician a la ciudadanía siempre es mejor. He seguido esa senda de acuerdos y he creído que Euskadi merecía un acuerdo entre distintas tradiciones en un tiempo sin violencia, inédito en la historia de este país».GARA