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BALONCESTO - EUROLIGA

El tren europeo se está escapando

Los gasteiztarras fueron a remolque durante todo el partido, tirando siempre de rachas y acciones individuales. Con todo, empataron a63 después de un arreón de acierto en el triple en el tramo final, pero ocho puntos seguidos de Lekavicius impidieron la remontada.


ZALGIRIS KAUNAS 72

BITCI BASKONIA 68


Si la apuesta de Saski Baskonia desde hace años es por la Euroliga, al punto de ver desde sus esferas más altas la idea de «salirse» de la Liga ACB y centrar sus esfuerzos deportivos y económicos en Europa, lo cierto es que esta campaña 2021/22 está saliendo definitivamente rana. Después de una semana de preparación, los de Neven Spahija cayeron ayer con toda justicia ante el Zalgiris Kaunas, colista hasta ayer y que sumó su tercer triunfo. Aún queda mucho, pero el tren europeo se está yendo.

«Quiero dar crédito a mis jugadores por el nivel que han mostrado en la segunda mitad. Es más, creo que si hubiéramos jugado todo el partido con esa intensidad, hubiésemos podido ganar. Pero lo cierto es que nuestro baloncesto tiene que mejorar mucho, sobre todo en ataque, porque nuestro juego ofensivo es puro ‘uno contra cinco’», explicó un serio Neven Spahija tras el partido, algo decepcionado con sus muchachos porque «esperaba más» evolución de los suyos después de una semana entera de trabajo.

Viviendo de las rachas

No hubo continuidad en el juego gasteiztarra, sino rachas individuales. Solo fue por delante en el 24-25 y el 29-30, ambos marcadores del segundo cuarto, por lo que le tocó sufrir e ir a remolque de un Zalgiris que, siendo honestos, dejó pasar varias ocasiones para romper el partido y tuvo que sudar el triunfo.

Primero se destacó Enoch, anotando 11 de sus 13 puntos en el primer cuarto, pero para cuando él carburaba, Zalgiris ya se había ido 12-4.

En un duelo con muy pocas faltas, la poca consistencia para cerrar el rebote defensivo fue el pecado de los dos equipos. Y hasta en eso cayó el Baskonia, sobre todo en los minutos del joven pívot lituano Blazevic sobre el parqué. Así las cosas, del 29-30 favorable se pasó al 40-32 del descanso, con un primer arreón de Lekavicius para delirio del Zalgirio Arena, ya que su acierto y su verticalidad desarbolaban al Baskonia.

Ese mal final de cuarto coincidió con el mal arranque del tercer asalto, momento en el que Zalgiris se fue hasta el 45-34. Parecía el fin, pero los lituanos dejaron de acertar y siete puntos seguidos de Sedekerskis metieron a los de Spahija nuevamente en la pelea. Baldwin, en uno de sus partidos más obtusos –que ya es decir– y Fontecchio ayudaron en un parcial de 2-9 para arrimar el marcador a un esperanzador 45-43.

Como si de hacer la goma se tratase, toda la segunda mitad el Baskonia lo pasó a remolque, incapaz de ponerse por delante, pero valiéndose de la incapacidad local de distanciarse.

La esperanza de los triples

El útimo cuarto arrancó con 51-46, pero con esperanzas de final feliz en los gasteiztarras. Empero, esta vez fue turno de Kalnietis quien, con dos triples, parecía enterrar las opciones de los baskonistas: 61-52.

Ante la incapacidad de Baldwin, Spahija optó por Lamar Peters y el base no le defraudó. Acabó con valoración negativa, pero superó su racha de más de 20 triples errados y conectó dos para, junto con un listo Fontecchio en el robo, empatar a 63.

Era el tramo final. Lekavicius volvió a tomar el timón de Zalgiris y anotó ocho puntos seguidos. Aquello fue el fin, aunque con 71-68, Fontecchio sumó un robo que casi supuso el 71-70. Pero Milaknis, quizá en falta, evitó la canasta del italiano y Cavanaugh remató el partido. Y la Euroliga no espera a nadie.