El PNV había colocado el acuerdo para acelerar las obras del TAV en Araba y Bizkaia como punto principal de su negociación para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y lo ha logrado después de su aprobación en el Congreso, en la que finalmente el voto jeltzale resultó intrascendente porque EH Bildu y ERC ya habían dado el sí.

El jueves había trascendido una reunión entre PNV y el Gobierno español en la que el grupo jeltzale expresó su malestar por este sorpasso negociador de EH Bildu y ERC, aunque públicamente había afirmado no sentirse dolido por ello. La izquierda independentista adoptó esta posición a cambio de partidas sociales como la creación del fondo de compensación para víctimas del amianto, dotado inicialmente con 25 millones.

Precisamente, al ser interpelado ayer, durante una entrevista en Radio Euskadi, sobre si EH Bildu está asumiendo un papel preponderante también ante el Gobierno español en el proceso presupuestario, su coordinador general, Arnaldo Otegi, hizo este comentario: «No me preocupa si somos influyentes, sino si somos útiles para la gente».

El PNV ofreció los detalles de su acuerdo en una comparecencia en la estación de tren de Gasteiz, en la que su portavoz en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, estuvo acompañado por el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, el del Araba Buru Batzar, José Antonio Suso, y la portavoz en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia.

Esteban utilizó el término «histórico» para calificar el pacto y dijo que su partido da por cumplidos los tres objetivos que se había marcado al comienzo de la negociación de los PGE: el del TAV, la gestión íntegra del Ingreso Mínimo Vital (IMV), y la mejora de las inversiones previstas para la CAV y Nafarroa.

«Un empujón definitivo»

Lo que ha logrado el PNV es la «encomienda de gestión» para que las instituciones de la CAV ejecuten los accesos soterrados del TAV a Bilbo y Gasteiz, con sus correspondientes estaciones, cuyos proyectos han sido objeto de debate durante los últimos meses entre las distintas instituciones implicadas.

Esteban explicó que esa fórmula, «aplicada con éxito» en Gipuzkoa, permitirá dar «un empujón definitivo» a una parte vital de esta infraestructura.

En el caso de Gasteiz, queda en manos de instituciones vascas la obra civil del nudo de Arkaute y la estación soterrada, mientras que en el de Bilbo la encomienda de gestión permitirá ejecutar los trabajos de los túneles de acceso y de la estación.

Ahora, los dos ayuntamientos implicados deberán firmar, junto con el Gobierno de Lakua, los protocolos que permitirán la ejecución de esos proyectos. Los alcaldes de las dos capitales saludaron rápidamente el acuerdo. Gorka Urtaran dijo que «despeja cualquier duda» y afirmó que «el TAV llegará a Gasteiz, llegará lo antes posible y lo hará bajo tierra». Juan Mari Aburto, en cambio, incidió en la metáfora del «empujón definitivo» pero aun así no quiso poner fecha a la llegada soterrada a Bilbo, al haberse producido ya «excesivos retrasos y frustraciones».

Arnaldo Otegi: «No son nuestros presupuestos, pero son mejores»

«No son los nuestros, no hemos cambiado líneas estructurales, pero son mejores», resaltó ayer Arnaldo Otegi al valorar el acuerdo alcanzado entre EH Bildu y el Gobierno de Iñigo Urkullu sobre los presupuestos de la CAV para 2022, que contarán con la abstención de la formación soberanista en el Parlamento de Gasteiz a cambio de 253 millones de euros para partidas sociales.

Entrevistado en Radio Euskadi, Otegi indicó que esas nuevas dotaciones «mejoran la vida de la gente», al igual que las pactadas en Madrid, y que se han introducido nuevos temas, como «la falta de hogar, Osakidetza, cambio climático...». «Conectamos con las necesidades de la gente», resumió. Ante las críticas de algunos sindicatos y fuerzas políticas, fue claro en su respuesta: «Parece que aquí va a haber recortes porque nos abstenemos. Pues no, recortes iba a haber igual. Podíamos hacer el pino en la tribuna, pero no teníamos ninguna posibilidad de impedirlo», aludiendo a la mayoría absoluta que conforman PNV y PSE.

Al comentar algunas valoraciones, Otegi recordó que en su día Andoni Ortuzar afirmó que el PNV tenía con el PP «más sexo que amor, y ahora a nosotros nos sucede algo parecido». «Tampoco se puede decir que con el PNV sea un sexo apasionado, que es lo que le gusta a la izquierda independentista», señaló.GARA