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Macron obvia las críticas para reforzar el peso francés en el Golfo

Emmanuel Macron ha reforzado la presencia francesa en Oriente Próximo y el Golfo con una gira en la que justificó colaborar con el cuestionado príncipe saudí Mohamed Bin Salman y en la que aprovechó la crisis del colapsado Líbano. Además de hacer valer el peso diplomático, la visita cerró varios megacontratos para empresas francesas.

Emmanuel Macron fue ayer uno de los primeros líderes occidentales en reunirse con Mohamed bin Salman desde la muerte en 2018 del periodista saudí Jamal Khashogi en el consulado de su país en Estambul y en la que todos los indicios apuntaban a la responsabilidad del príncipe saudí. Macron justificó este encuentro al considerar necesario hablar con «el primer país del Golfo en términos de tamaño», para poder «trabajar por la estabilidad de la región» y por el papel que París quiere desempeñar en la región. Pero eso «no quiere decir que seamos complacientes», añadió en alusión al «caso Khashogi», y se escudó en que las potencias internacionales tampoco le hicieron ascos cuando Ryad organizó el G20 al año siguiente.

Macron está reforzando la impronta francesa en la geopolítica de Oriente Próximo y el Golfo con acercamientos diplomáticos y grandes contratos comerciales y militares.

En particular, ayer con Bin Salman se centró en el colapsado Líbano, donde la grave crisis económica se vio agravada por la disputa diplomática con varios estados del Golfo. Arabia Saudí congeló sus importaciones, y Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait también tomaron represalias contra Beirut.

Macron quiere aprovechar la dimisión del ministro de Información libanés George Kordahi, en el origen de la crisis por haber criticado la intervención militar de Ryad en Yemen.

Saludando esta renuncia, expresó sus esperanzas de «poder volver a involucrar a todos los países del Golfo en la relación con Líbano».

Así, Macron y Bin Salman llamaron por teléfono al primer ministro libanés, Najib Mikati, para mostrarle su voluntad de «implicarse en la estabilidad de la región» e instarle a llevar a cabo las «reformas necesarias».

La visita de Macron ha servido además para cerrar nuevos acuerdos económicos: Airbus suministrará 26 helicópteros civiles a una empresa saudí; Safran venderá 149 motores Leap a la compañía aérea Saudi Arabian por 8.500 millones de dólares, mientras que Veolia ha ganado un contrato para gestionar los servicios de agua potable en Ryad y ha firmado un acuerdo de asociación estratégica con el Ministerio de Inversiones saudí.

Su gira llevó a Macron a encontrarse con otros dos caudillos del Golfo: el príncipe de Emiratos Mohamed bin Zayed Al -Nahyan y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani. En Dubai firmó un acuerdo para la venta de 80 aviones Rafale, un pedido récord para el avión de combate, por 14.000 millones de euros. Otros contratos militares (helicópteros y armas) elevaron el total a 17.000 millones.