Iñaki IRIONDO
gasteiz
PROYECTO DE PRESUPUESTOS DE LA CAV PARA 2022

Lakua supera el trámite de rechazar las enmiendas a la totalidad de las cuentas

Gracias a la mayoría absoluta con la que cuentan, PNV y PSE rechazaron ayer las enmiendas a la totalidad de los presupuestos presentados por Vox, PP+Cs y EP-IU, superando este trámite. También EH Bildu se opuso a devolver las cuentas al Gobierno. Comienza ahora el debate de las enmiendas parciales y la votación final será el día 23.

Pleno de mero trámite en el Parlamento de Gasteiz para rechazar las enmiendas a la totalidad de los presupuestos de la CAV para 2022 presentadas por Vox, PP+Cs y Elkarrekin Podemos-IU. La mayoría absoluta de PNV y PSE evitó que las cuentas fueran devueltas al Gobierno. 62 votos en contra y tan solo 12 de los proponentes a favor.

EH Bildu explicó su voto dejando claro que no cree que estas sean los presupuestos que necesita la sociedad, pero que como su aprobación estaba asegurada, se han esforzado en al menos mejorar importantes partidas y conseguir acuerdos políticos que se anunciaban imposibles por parte del Ejecutivo Autonómico.

Prevé un crecimiento menor

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, defendió su proyecto asegurando que impulsará el relanzamiento económico a través de la inversión, que pretende garantizar las políticas sociales a las que dedica el 77% de sus partidas (menos que en años anteriores) y que hace «una apuesta inequívoca por la perspectiva global de género» para que «esté presente en el conjunto de las políticas públicas».

Pero el dato más importante que dio a conocer el consejero fue la revisión del cuadro macroeconómico, en el que se estima un crecimiento de la economía vasca del 5,6% en 2021, por debajo del 6,7% del PIB real previsto inicialmente, mientras que la cifra de 2022 se eleva del 6,4% al 6,7%.

El consejero también aprovechó su discurso para criticar la gestión del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, vinculado a la iniciativa Next Generation EU, que está haciendo el Gobierno del Estado, y que «ha estado sembrado de inseguridad jurídica, imposición gestora y tomando a las autonomías como medios propios para ejecutar los proyectos a los que han dirigido unilateralmente sus políticas estatales con dinero europeo». Pedro Azpiazu declaró que «creo que no se corresponde con lo que Euskadi y cualquier autonomía merece y, sinceramente, espero que esto cambie algo y tengamos posibilidades de espacios de decisión conjuntos».

En la última parte de su intervención, el consejero repasó la actitud del resto de grupos frente a la oferta negociadora del Gobierno. Criticó a PP+Cs y Elkarrekin Podemos-IU, en los que no vio voluntad negociadora. Por contra, agradeció la actitud de EH Bildu en los encuentros mantenidos para llegar al acuerdo de la abstención, y puso en valor tanto «el cambio de rumbo» hacia la «política útil» que ha visto en la izquierda independentista, como la importancia de las partidas negociadas.

Las tres enmiendas totales

La primera en defender su enmienda a la totalidad fue la representante de la extrema derecha, que hizo un discurso apocalíptico, antieuskaldun, machista sin disimulos y centrado en buena parte en lo que cree que se esconde tras el acuerdo con EH Bildu. El PNV no le contestó, siguiendo el acuerdo alcanzando al inicio de la legislatura. El PSE sí lo hizo.

Carlos Iturgaiz, en nombre del grupo PP+Cs, arrancó su intervención pidiendo «lehendakari, reduzca los impuestos», lo que asegura que es «un clamor en la sociedad». Criticó la falta de ejecución de las inversiones que se anuncian y que llevan al Gobierno a acumular un remanente de más de mil millones de euros. Y, por supuesto, dedicó un amplio apartado a denunciar que «nada bueno puede traer el pacto con EH Bildu», cuya «parte más importante no conocemos» y que vaticinó que serán más «imposición, exclusión y ruptura» y se irán viendo en el acuerdo educativo o la gestión de la política penitenciaria recién transferida.

Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU basó su enmienda a la totalidad en el carácter «neoliberal» de las cuentas. Miren Gorrotxategi resumió su posición en que estos presupuestos representan «otra oportunidad perdida, no solo para consolidar una recuperación económica sino, sobre todo, para asegurar que esta sea inclusiva y justa. Son testimoniales en la lucha contra el cambio climático, con palabrería hueca sobre el impacto de género y han renunciado a extraer aprendizajes de la crisis pandémica. Dicen que hacen cosas distintas y sin precedentes, pero siguen haciendo lo mismo de siempre».

Además tomó la palabra Jon Hernández, de Ezker Anitza-IU, que abundó en que estos presupuestos «no son garantía de una distribución justa de la riqueza, ni de los recursos públicos para asegurar unas condiciones de vida dignas a toda la población, ni para garantizar la igualdad y la cohesión social». También dijo no entender a EH Bildu porque criticó en 2019 el pacto de sus compañeros de Podemos

Desde el PSE, Susana Corcuera, y desde el PNV, Itxaso Berrojalbiz, trataron de rebatir los discursos de la oposición, defendiendo el proyecto del Gobierno y criticando los posicionamiento de quienes han presentado las enmiendas a la totalidad. Ambas fueron especialmente duras con Elkarrekin Podemos-IU, de quien parece que esperaban más durante la negociación.